Sharanagati
Collected words from talks of Swami TirthaCreo que podemos estar de acuerdo – resulta muy difícil ser desinteresado – estar y seguir obrando, trabajando sin ninguna recompensa. Dedicarse a servir al Gurudev – por nada. Preparar subji y él no se come. Cantar o recitar mantras y no vienen lágrimas a los ojos. Por lo tanto debéis ser desinteresados. Y debéis cumplir con el deber. Si no podéis realizar servicio espiritual por amor y dedicación, realizadlo como un deber.
El dinero – como compensación, como objetivo o como ambición – es algo muy brutal y estamos listos por consiguiente a ser un poco más desinteresados cuando no hay recompensa financiera. Reflexionad por lo tanto que cuando no haya respuesta emocional, cuando no venga alguna buena palabra, algún sencillo „ ¡Gracias!” ni nada – en tal caso resulta muy difícil ser desinteresado, ¿no es cierto? En la práctica quizás resulte imposible – os dais la pena de obrar, de seguir obrando y obrando y luego decís: “¡Espera, párate por un rato, que esto no tiene sentido alguno! Ese mengano no me hace caso por nada de nada. Me doy todas las penas para servirlo y para hacer lo mejor que puedo y ¡no hay resultado!” En realidad resulta dificilísimo ser verdaderamente desinteresado. ¿Pero qué es lo que se dice en el último verso de “Shikshashtakam”? Es algo extremo, ¡se lo digo! ¡Poned atención! No habrá que rezar demasiado por ello ya que puede ocurrir.
“Krishna quizás pueda abrazarme con amor…” ¡Ah, qué bueno! “…o quizás pueda atropellarme con Sus pies o…” A-ha, ello será parte de delo de ser desinteresado… Quizás Él pueda hacer pedazos de mi corazón al seguir ocultándose. Después de todo Él no reconoce ningún tipo de estándar moral…” Habrá que omitir esta parte. “¡Que haga lo que quiera, ya que l es el único señor de mi corazón y lo permanecerá siempre!”
Esta es mi aspiración – ser Tu desinteresado servidor vida tras vida. Esto equivale a:
“Danos el pan nuestro.” Vida tras vida yo soy Tu servidor desinteresado y dedicado. Cuando recéis de este modo Krishna os ayudará a obrar en conformidad con vuestras palabras.
Ser desinteresado es una de las cualidades del humano espiritual y divino. Otra cualidad es ser libre de orgullo. Siempre que haya oyentes será fácil ser un gran santo – ya que entonces mucha gente llegará a ver tu grandeza y mucha gente llegará a asombrarse y admirar tu espíritu de sacrificio y todos acudirán a servirte a pesar de que te proclames gran desinteresado. Por esta razón podéis ver a ciertos gurús delgados en los comienzos y luego estos mismos llegan a ponerse barrigudos.
Debéis pensarlo bien. Por ahora formalmente estáis obrando como ascetas pero creo todos debemos renunciar de algo y dedicarnos a tantas otras cosas en nuestra vida. Iremos perdiendo tantos apegos y afecciones y tantos deseos quedarán sin realización – esto sí es renuncio. Debéis dejar tantas parcialidades – a veces forzosamente, otras veces por haber alcanzado un punto de vista superior. Por esto se dice: perderéis lo que no habéis dado. Por esto es mejor dar. Tarde o temprano lo perderemos todo. El ataúd no tiene bolsillo. ¿Qué podéis llevar con vosotros para el más allá? Siempre es mejor ser desinteresado y libre de orgullo. Por lo tanto, siempre que y de cualquier modo alguien de vosotros llegue a ser un renunciado, os pido que pongáis mucha atención ya que el renuncio va generando fuerza. En realidad todas las prácticas espirituales ven generando fuerza. Cuando cantéis o recitéis mantras explotarán bombas, ¿no? Vais acumulando y generando tanto poder espiritual que debéis invertir en algo, debéis enyugar la energía. Y en especial si habéis renunciado de ambiciones en esta tierra. Si no despilfarráis energía por ambiciones mundanas llegaréis a aumentar vuestra energía y ello llegará a crear aura atractiva a vuestro derredor y cierta gente quedará impresionada por esta aura. No hay que confiar jamás en la atención fácil y barata. No hay que gozar jamás de la situación. Debéis permanecer siendo servidor. Esto sí que es algo seguro.