Sharanagati

Collected words from talks of Swami Tirtha




„O, descendiente de Bharata, no es posible matar a  lo que está habitando el cuerpo. Por esto no hace falta afligirse y deplorar a cualquier ser vivo.”*
Este verso da en realidad la definición del sentimentalismo. Porque una definición de lo de ser sentimental es la aspiración a ser más compasivo  que el propio Dios hacia un ser vivo cualquiera. Pese a que tal definición sea difícil a aceptar, al tratar de dar o mostrar más compasión por un ser vivo que el propio Dios sí que resulta sentimental. ¿Cómo entenderlo?
Una definición semejante esta demasiado ligada con el karma. Karma significa acción o consecuencia  –  recibes lo que mereces. Sembrando vientos cosecharas tempestades. Cualquier acto nuestro tendrá sus consecuencias. Este es un aspecto de la cuestión.
Así pues la suerte viene inscrita en  las frentes de la gente. Todo está dado desde el principio: cuánta felicidad, suerte, cuántos sufrimientos  y derrotas os esperan en esta vida  Por esto no hay que rebelarse contra la fortuna. Ya que la fortuna en realidad no es un castigo sino una oportunidad a realizar nuestra evolución. De modo que debemos ser agradecidos por las distintas posibilidades  y oportunidades que recibimos para nuestra vida.
Naturalmente en nuestro crecimiento espiritual debemos aprender lo que es compasión. Recordad pues la definición: ser sentimental es tratar de ser demasiado compasivo – compasivo no obstante el camino a segur, la karma, la fortuna y la gente. Queda bien claro que ello no significa: „No ayudes” cuando hace falta ayudar. Por lo tanto hay cosas que no podemos cambiar. Debemos conocer nuestros límites. Hay una hermosa plegaria: “O,  Dios mío, dame fuerza a cambiar lo que pueda cambiar, dame paciencia a soportar lo que no puedo cambiar y dame inteligencia para delimitar   la una de   la otra cosa.” Todo ello no es sentimental sino práctico. .
A medida que se adelante  nuestro  desarrollo espiritual,  entramos en distintas relaciones con el resto de la gente. En realidad hay tres escalones en la compasión. El primero es la comprensión. Y comprensión significa  que al encontrar a una persona, estarás listo a escuchar  lo que  dirá de sus problemas. Simplemente, al revelar ideas y pensamientos y al compartir preocupaciones  se reducen las penas. Por esta razón en la iglesia existe la confesión.  Hablando  de los secretos y pecados, automáticamente sientes cierto alivio.  Entrando en este tipo de relaciones con otra gente, escuchando lo que nos dirán de sus angustias – esto es lo que llamamos comprensión.
Y desde el punto de vista de actividad, ¿quién es la parte activa en este caso? Es activa la parte que está sufriendo: “Estoy preocupado, tengo inquietudes, vengo a ti para hablarte de mis problemas.”  La otra parte escucha pasivamente  tus pláticas. ¿Es suficiente? ¿Habrá otro paso a hacer? Sí, hay otro paso. Y el paso siguiente  a realizar es la verdadera compasión. Y la compasión significa que estoy listo no sólo de escucharte hablar de tus problemas sino que estoy listo a compartirlos. En este caso ambas partes son activas. “Te confío  mis problemas y tú  asumes  una parte de ellos.”? Decid, ¿qué es lo que sentís cuando alguien está listo a encargarse de una parte de vuestras preocupaciones? Pienso pues que nos sentimos aliviados, nos sentimos bien y todo nos resulta más fácil. Por lo tanto, el tercer escalón de la compasión se llama amor, ternura, cariño – es cuando no sólo escucháis, no sólo compartís, sino lográis a quitar las penas a los demás. Entonces lográis a aliviar  a la otra persona quitándole los pesares. Entonces la persona que os quita el pesar es el verdadero principio activo. Esta persona no es demasiado compasiva, no es sentimental, pero es capaz de realizar el milagro. Esta persona es pues nuestro mago, hada y nuestro maestro. Y pasa   lo que afirma Shrila Sadhu Maharajá: “Dad simplemente el veneno a vuestro maestro. En vez de veneno os devolverá néctar.”.Es un intercambio.
Podéis definir en la escala el nivel en que os encontráis. Seremos dichosos si logramos a encontrar la persona que nos pueda escuchar por lo menos. Y al revelar preocupaciones,  angustias  y emociones, al hablar de tus ideas a una persona, tienes una sensación de alivio:
“O, qué bien es de poder hablar. Por lo menos alguien me ha escuchado.” Después de compartir las angustias, debéis estar listos a compartir también la felicidad.
Pero el verdadero milagro ocurre en el tercer nivel, en el momento cuando sientes:
“¡He cambiado! ¿Y dónde quedan mis adicciones? ¿Dónde están mis preocupaciones? He perdido algo. .” El milagro ocurre cuando comienzan a cambiar las dimensiones. Cuando el tiempo se pone a correr en distintas secuencias. Cuando el espacio comienza a  encogerse. Y cuando, en la compañía de un casto devoto dedicado llegáis a adquirir esta sensación, llegáis a sentir cómo cambian las dimensiones. Es que el maestro tiene la capacidad de transformar a su discípulo. Por medio de la iniciación  se transmite el saber divino y el carácter del practicante adquiere una oportunidad de cambio, de transformación.
El resto depende de la persona que está practicando. Es como quien dice: puedes llevar  el caballo al agua, pero el caballo debe beber solo. El guru lleva a su discípulo al manantial con agua pura pero vosotros sois los que debéis beber del manantial.
Este proceso hay que practicarlo pero no hay que hacerlo con imitación sino hay que seguir el ejemplo. Cuando una mujer vaya al departamento de partos y se pone  a gritar, no saldrá el neonato. Hará falta otra cosa, se precisan preparativos de nueve meses. Solo con la imitación de los gritos y chillidos no llegará el resultado. ¡Podéis probarlo!
Con decir solamente  “¡Hare Krishna!” – ¿acaso  será suficiente? ¡Que sí!  Será suficiente porque Mahaprabhu es tan grande que dice: si alguien  vuelve a repetir sólo una vez el nombre santo, ya llegará a ser devoto dedicado. A pesar de todo, no debemos usar esto como excusa: “Gurudev, he pronunciado ya una vez el nombre santo, entonces, todo está en orden. He terminado con mi faena.” Esto no puede ser una excusa, pero con ello podemos danos cuenta de la abundante misericordia, de la enormidad del amor, con el que Dios nos está abrazando. Y de ello nos damos cuenta también que Chaitanya Mahaprabhu  es  sentimental. Que está listo a ser más compasivo con la suerte que habéis tenido, con vuestro karma.  Que está dispuesto a volver a escribir vuestro trayecto kármico. Existe sólo un pequeño requisito – decir  el “Sí”  a Krishna.  El Bhakti Yoga es algo muy  sencillo: significa decir el “Sí”.

*„Bhagavad-gita”2.30



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