Sharanagati

Dijo el Dios Supremo: “Mi querido Arjuna, puesto que tú nunca me has envidiado, voy a compartir contigo este saber más confidencial que al haberlo aprendido te librará de las miserias en la existencia material. Este saber es el rey de la educación, el más secreto de los secretos. Es el saber más puro, regalando percepción directa del Yo con la realización, es la perfección de la religión. Es un saber sempiterno y se cumplirá con alegría.[1]

Esta ciencia divina nos dará realización directa. Como si os miraseis en el espejo. ¿Qué es lo que veis? En primer lugar veis el reflejo del cuerpo, ¿no? A veces esta imagen tampoco será muy positiva. Por lo tanto penetrando con perspicacia los ojos que son como un portal, llegaréis a ver algo más profundo. Podéis penetrar en las tierras de adentro. Se dice que los ojos son el reflejo del alma mientras que la cara refleja sólo la mente. ¿Ya veis la diferencia? La cara refleja la mente los ojos reflejan el alma. A veces no llegáis a controlar la cara y ella revela en directo e inmediatamente todas vuestras emociones. A veces llegáis a controlar la cara poniendo una máscara de sonrisa artificial. Sin embargo los ojos jamás pueden mentir.

Entonces, ¿quién soy yo? Tengo que revelarlo. Nuestra casa está en la original conciencia divina y allí debemos hallarla.

Por esta razón el saber divino es “la perfección de la religión”. ¿Qué es la religión?

Hoy en día para la gente no se siente muy feliz en identificarse como religiosa. La religión no está de moda. A pesar de ello, es algo muy importante para los humanos. La religión debería indicar la conexión personal con el Supremo. Por lo menos ésta es la realidad de la religión. Puesto que „religión” significa „conexión”. El verbo religare – significa conectarse con Dios, con el Supremo. Es asimismo yoga: yoga es la conexión entre el humano y el Supremo. Por lo tanto, ¿qué pasará si en un curso de yoga se os ocurra decir: “Oh, ahora os aprenderé la religión“? Los alumnos van a protestar: “No, no, no, ¡danos sólo asana, nada de religión!”

A pesar de todo ello, para llegar a comprendernos en un contexto divino, esta ciencia divina será la mejor religión. “Es sempiterna y se cumple con alegría.” Este punto es muy importante. Porque llevamos desde nuestros orígenes la bendición y la alegría. Acercándonos a nuestro estado original iremos percibiendo la bendición, la satisfacción sin que nos importe el ambiente a nuestro derredor, puesto que estamos en permanente conexión con el Supremo y ésta es nuestra realidad. Es una fe que vive, una conexión que vive.

[1] Bhagavad Gita 9.1-2