Sharanagati

Collected words from talks of Swami Tirtha




(Continúa del texto anterior)

Pregunta de Krishna Priya: Por una parte, como Usted lo dijo, existe la fina capa material de cobertura encima de Vrindavana y supongo que no sólo encima de Vrindavana sino encima de todas partes…

Tirtha Maharaj: No, en otras partes esa capa es muy espesa.

Krishna Priya: Por otra parte, Usted dice que la invitación siempre está presente. ¿Cómo debemos entenderlo?

Tirtha Maharaj: Chaitanya Mahaprabhu llega a penetrar por las capas de cobertura. El logra a abrir puertas y ventanas, corre las cortinas y los velos. Ya que se cuenta lo del tesoro divino escondido en la tesorería de Vrindavana. Por lo tanto esta tesorería según dicen está cerrada con llave. ¡Nadie sabía algo cierto! Al igual que el famoso Federal Reserve – nadie sabe qué tipo de tesoros se esconden allí. Muchos creen que allí se amontona cierto oro pero quién sabe si es mucho o poco. Del mismo modo el tesoro del amor divino estaba escondido en algún rincón de la tesorería de Vrindavana. Entonces llegó Mahaprabhu. Rompió el sello, abrió las puertas y entró en la tesorería.

¡Imaginad lo que haréis en su lugar: recibís cierta información que en algún lugar está escondido enorme tesoro! Y que tenéis la posibilidad de romper el sello. Tenéis el codificador para abrir las puertas y las cerraduras especiales concebidas con astucia. Al formar el 108 en la esfera con cifras y la puerta se abre enseguida. ¿Y qué es lo que hacéis? Tratáis de llenaros los bolsillos, ¿verdad? Para guardarlo todo para vosotros. Sin embargo, como sabéis, Mahaprabhu era un sannyasi. Y por lo tanto un sannyas dhoti no tiene bolsillos. ¿Qué hizo El en este caso? Pues entró en la tesorería, cogió el tesoro, salió fuera y empezó a regalarlo a la gente. Tenía buenos asistentes ya que junto a las puertas estaban algunos de sus célebres compañeros y discípulos. Ellos Le prestaron su ayuda ya que Mahaprabhu en aquel entonces no tenía más que sus dos manos. Sin embargo, junto con sus devotos dedicados poseía miles de manos para distribuir regalos.

Conque podemos aprender secretos con la ayuda de otros. Podemos recibir un tesoro si alguien nos lo regalase. ¡Por lo tanto el tesoro existe! Por esta misma razón también siempre está presente la invitación! Pero siempre hace falta alguien que llegue a activar el proceso.

Esta es la explicación de porqué hay una capa de cobertura y en el mismo tiempo hay posibilidad de revelación. Existe la capa pero no podemos verla. Con sólo pensar que podemos coger la capa, ella desaparece. Se trata de un proceso místico y no de cálculos. Habitualmente las cosas de la esfera material pueden calcularse: al invertir cien levas pierdo doscientos. Es evidente, así funcionan las cosas materiales. Es posible hacer cálculo previo. Por lo tanto, cuando se apliquen esfuerzos en la práctica espiritual esperaréis ciertos resultados: entregando los 50% de mi vida a Krishna – ganaré vida eterna. Por lo menos esto esperáis. Sin embargo en este caso como quien dice se irán manifestando ciertas “imprevisibles emociones extáticas ” y tenéis el presentimiento de haber echado a perderlo todo. Habéis aplicado energía, atención y esfuerzos para Krishna y… ¡o, os habéis quedado aquí y con las manos vacías! Por lo tanto – lo de quedaros con las manos vacías – es algo muy bueno porqué en tal caso podréis gozar de todos los tesoros traídos por Mahaprabhu. Imaginad sólo el caso de estar agarrados de todos los antojos materiales, en tal caso no podréis tomar lo que se os ofrece de regalo. Cuando tengamos un excremento en la mano, nos resultará muy difícil recibir los turrones que nos ofrecen. ¡Primero tendréis que echarlo! Dejad vacías las manos para recibir lo ofrecido.

Como ya lo he señalado, se trata de un proceso místico y secreto. Hay ciertos sitios en Vrindavana que se guardan en secreto hasta hoy en día. Podréis alcanzarlos dentro de cierto tiempo. Las puertas están abiertas de día pero de día sólo los monos están allí. De noche las puertas están cerradas. Sólo podéis imaginar lo que está escondido detrás de las puertas. Más vale acercarse a lo divino con humilde mente e igual estado de ánimo.

 

(Sigue continuación)

 

 



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