Sharanagati
Collected words from talks of Swami Tirtha“No te aflijas por cualquier ser vivo .”[1] Porque no es suficiente con afligirse. Si yo sintiera pena por vosotros: “¡О, cuánto lamento, cuánta pena me dais! ¡Estoy tan afligido!” – ¿acaso con esto basta? ¡Que no, no basta! Todo esto no os traerá más felicidad. Debemos ayudar y animar a otros para que puedan crecer y fortalecerse espiritualmente. Y debemos aprender a hacerlo adecuadamente.
Solemos aprender esas cosas de alguna persona con autoridad. Es por esta razón que ka gente se dirige a un maestro espiritual. “¡Socorro, por favor!” – éste el motivo principal : “¡Socorro, por favor, que estoy sufriendo tanto!” Y el segundo motivo es:“Yo quiero alcanzar la perfección ¡Ayúdame, por favor!” Esta vez el ruego es más humilde. Ya que el primer ruego quiere decir: “Estoy sufriendo, quiero dedicarme y entregarme a ti , quiero darte todo mi sufrimiento. El segundo dice: “Tengo un anhelo, ayúdame a alcanzarlo..” Por lo tanto, el verdadero discípulo diría: “Estoy repleto de sufrimiento y tengo un anhelo pero todo esto no importa. Será como a ti te guste, como tú quieras.” Esto sí que es algo poco frecuente. Porque todos sois algo de egoístas,¿no? – lo somos más o menos todos: “Quiero esto, se me antoja aquello.” Pero otra cosa es: “Como tú quieras. Por favor dime lo que tengo que hacer.”
Debemos aprender tantas cosas de los tutores espirituales. Y en primer lugar debemos aprender como debemos vivir. En la mayoría de los casos no sabemos como debemos vivir. Nos hacen falta los estándares de la existencia humana. Por esto los grandes maestros se ven obligados a darnos reglas muy elementales: “No matarás. No robarás.” Imaginad qué será si debéis enseñar a los adeptos comenzando con este nivel: “No matarás…” ¡será pura caridad! Os vais en medio de asesinos y comenzáis a enseñar : “No mataréis..” O comenzáis a predicar en medio de embusteros: “No mentiréis.” ¿Qué es lo que replicarán?: “Gurudji, ¡que no, que esto no es posible ! Es demasiado superior para nosotros. Esta es nuestra ocupación diaria, ¡¿cómo podemos dejar de ocuparnos de ello?!”
Podéis segur en adelante con los siguientes mandamientos de Dios:: “No robaréis ,” etc. Son reglas exclusivamente básicas. Y talvez en conformidad con la tradición vaishnava: „Practicarás ahimsa”. Esto también significa: no matarás, no causarás sufrimiento a los demás. Debemos aprender cosas absolutamente elementales porque nadie sabe cómo hemos omitido de aprenderlas. Nunca siquiera hemos pensado que ser egoísta es ser violento, es violencia.
Por lo tanto, después del nivel elemental deberíamos aprender algo más. Debemos aprender con nuestros maestros espirituales cómo practicar. Qué es lo que deberíamos evitar: de no hacer esto o aquello y qué es lo que sería bien practicar, qué es lo que deberíamos hacer.
El guru nos aprenderá la práctica: ven al templo, escucha la conferencia, canta tus mantras con el rosario. Pero esto también es nivel elemental: “No matarás/ cantarás tus mantras con el rosario ” A pesar de lo que pensamos: “¡О, yo canto mis mantras con el rosario! ¡Es algo grandioso!” Que no. Que es absolutamente primario y básico. Es igual a: absolutamente “No robarás”. Estoy anhelando con aprovechar de Su propiedad para mis propios objetivos.
Ya que la vida, mi propia menuda vida proviene de la Vida con la mayúscula „V”. Y si estoy aprovechando de mi propia vida para mis propios objetivos, yo estoy saqueando le gran Vida. “Te entregarás con dedicación. ” – es recomendación positiva básica por parte del guru y es algo absolutamente primordial. Practicar siempre es mejor que evitar. Porque practicando el bien, automáticamente os alejáis del mal. Es por esto que el maestro espiritual debe enseñarnos a practicar. Y en fin de cuentas de él debemos aprender el rasa: debemos aprender pues cómo adorar a Dios y cómo sentir, cómo percibir esta relación. Y ya no se trata de cosas elementales. Ya se trata de las personas elevadas y sublimes , de los practicantes supremos: ellos saben cómo adorar, sentir y percibir. Este es el tema supremo que debemos haber aprendido con nuestro maestro espiritual.
Estas son las cosas diferentes de las que debemos apoderarnos: cómo vivir correctamente, cuál es el método y cuál es el objetivo. Y por medio de la misericordia y la ayuda de nuestro maestro espiritual podemos ir en adelante. Por lo tanto debemos ser serios y aplicados tanto en el aprendizaje como en la práctica. De tal modo no os afligirá el destino ni la suerte de los demás, os transformaréis en instrumento activo que los ayude a mejorar su situación.