Sharanagati

Collected words from talks of Swami Tirtha




Pregunta: ¿Cómo debemos actuar si alguien viene y nos carga de todos sus problemas, compartiendo en máximo sin por lo tanto aceptar consejo alguno y se va aliviado?¿Cuál es la  actitud correcta con una persona de este tipo? En su caso, yo no le presto ayuda activo, no soy más que cubo receptor de basura.

Tirtha Maharaj: Bueno, alguien debe hacer este oficio. Es un buen intercambio, porque por lo menos una persona por se queda feliz. Entonces tenemos un éxito de  cincuenta por cientos.  Talvez no seas tan fuerte  para dar un  buen consejo. Al limpiar nuestros corazones para lograr al brillo, el resplandor podrá ayudar a la gente. Si las cualidades anímicas  de un devoto dedicado pudieran manifestarse con todavía más fuerza, su   sola presencia  tendría un  potente impacto de elevación sobre los demás. Con su presencia comenzarían los cambios y las transformaciones. Y no hay que olvidar: el problema compartido que habéis escuchado centenas de veces y que os parece que podéis menospreciar por nulidad, talvez sea  de enorme preocupación para la persona respectiva. Con  lograr a relacionar su atención con la divinidad, tarde o temprano los problemas dejarán de manifestarse.

Tenemos en Hungría una amiga muy Simpática, una mujer sencilla y bondadosa. Ella viene visitando nuestros programas ya hace casi veinte años. Desde aquel entonces sigue escribiendo cartas, enviando versos diciendo: “О, reverendo Svamiji, la vida es tan dura. Sin embargo yo persisto siendo sinceramente con vosotros… “El mismo mensaje se repite durante veinte años. Ahora se ha apoderado de mi número de teléfono. Suele llamarme como mínimo tres veces para cualquier tema  más trivial. La última vez  el tema fue: “Se inaugura una nueva revista  y los primeros dos días habrá precios promocionales.” Le he respondido: “Muchísimas gracias por la información, ha sido de exclusiva importancia.” Dos días después me llama de nuevo: “¡Hola! ¡La rebaja ya corre!” ¿Y qué es lo que puedo decir? Esto es algo como regalo por su parte. Y cada vez viene a la conferencia trayendo alguna prenda. La última vez trajo un florero de cristal que había recibido con motivo de su boda. ¿Os dais cuenta? Por una parte sus menajes y sus problemas son sencillos; por otra parte, viene consagrando lo mejor que posee. Entonces, ¿qué es lo más importante? En definitiva, lo que importa es su dedicación, es su aporte. En realidad estoy asombrado con esta demostración de fe. Topando con cualquier cosa buena o bella, ella siempre y en inmediato la relaciona con los bhakti y se lo regala. Creo que ése es su modo particular a expresar su devoción.

¿Y por nuestra parte, qué? Por nuestra parte debemos permanecer pacientes y tolerantes. Talvez los más sencillos y triviales problemas de los  demás os parezcan elementales y con toda seguridad pensáis: “¡Si ella tuviera mis problemas! Si yo tuviera la oportunidad de obtener una cita personal con Gurudev durante una decena de horas para describir mis propios problemas, que los míos, ¡sí que son problemas!”

¿Y qué es lo que diría Gurudev apenas terminada la primera frase?”Diría: “¡Cállate! ¿Acaso la queja sea  tu modo de ensalzar el nombre santo? ¿Es así que tú vas a glorificar  a Dios? ” Sólo entonces ya volverás en si: “Ah, discúlpame. En realidad, esos problemas míos no son gran cosa, no son para tanto.”

Creo que podéis entender: debemos ser pacientes y tolerantes con los otros. Y debemos ser exclusivamente serios en cuanto a nuestra propia evolución y nuestro servicio.

Existe un modo de parar el torrente de problemas de los otros. Poned en sus bocas algo de prasadam. No hay modo de hablar comiendo. ¿Veis, no? Bhakti tiene muy buena justificación teórica: sé paciente,  sé humilde, sé tolerante…

Por lo tanto, a veces hace falta recurrir a una solución práctica: tapad las bocas con prasadam.



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