Sharanagati
Collected words from talks of Swami TirthaDec
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(Conferencia de B.K.Tirtha Maharaj, el día 3 de septiembre 2006, en Sofía)
Durante cierto Tiempo Krishna Permaneció solo. Es que sus padres – Nanda Baba y Madre Yashoda – se sentían muy felices con tener un hijo, pero sus amigos – el Rey Vrishabhanu y Kirtida Devi – no tenían hijos. Su vida estaba llena pero quedaba yerma. Rezban, hacían cualquier cosa y siempre estaban esperando… pero en vano, nada ocurría. Sin embargo en fin alcanzaron tener hijo, lo han hallado. Se sentían muy alegres: “Oh, tenemos una niña preciosa, somos tan felices, ¡qué suerte!”. Ni se dieron cuenta que la niña era ciega. “No importa, qué más da si es ciega, estamos felices y contentos!”
Sabéis que en India la belleza de los ojos se compara con la flor de lotos. Y el amor de los padres por su hija era tan grande que la llamaron Padmalochana – La niña con ojos de loto. Es que el amor de los padres le dibuja ojos de loto a su niña ciega. Sus ojos ven la belleza allí donde hace falta la buena suerte.
Así es que el Rey Vrishabhanu y su esposa estaban muy alegres: “¡Después de tantas duras penas por fin tenemos una niña!”La noticia se propagó rápidamente por Vrindavana. Y como sabéis cuando hay un neonato en la familia se convidan huéspedes pues los padres desean compartir su felicidad. “¡Venid a compartir nuestra alegría! Hacednos el favor y bendecid a nuestra hijita!”. Se trata de un buen principio – siendo felices, invitamos a la gente para compartir la felicidad y de este modo la felicidad va creciendo. Y si tenemos problemas, también podemos invitar a la gente o podemos tratar de compartir la pena con amigos y de tal modo reducirla.
De modo que ellos convidaron a numerosos huéspedes para compartir su felicidad. En Virindavan todos son delicados y bien educados y por esta razón Madre Yashoda y Nanda Baba no se lamentaron de que la niña era ciega. Ya sabéis que cuando hay un problema doloroso uno trata de superarlo diciendo algunas buenas palabras y luego cambia de tema. Y los convidados se acercaban manifestando su alegría: “Oh, qué Buena suerte os ha tocado y por fin tenéis una hijita…” Luego se alejaban a charlar y a comer prasadam.
Los niños se quedaron solos. Y cuando Krishna ya no se encontraba bajo la mirada de sus padres ¿qué es lo que hizo? Sin tardar se acercó a la cuna de Radhica. Pero como ya es sabido si estás perjudicado en algo, Dios te bendice en otra cosa. Si eres ciego, en cambio tienes perfectos oídos. Si está perturbado tu olfato, en cambio percibes intensamente los sabores. Siempre cuando algo te hace falta hay compensación. Así que la niña en su cuna sin asomarse para mirar se dio cuenta de que ocurría algo importantísimo. ¿Habéis sentido alguna vez que alguien le está mirando? Sin ver ni mirar os dais cuenta que alguien os está observando. A veces sentís simplemente que de esta persona se desprende una fuerza y entonces comprendéis: “Oh, sí, ha sido El”
De modo que Radhica tenía los ojos cerrados pero en compensación tenía los sentidos muy agudos y ella quiso saber quién estaba a su lado. De repente su tara se desvaneció y ella abrió sus ojos. En efecto ella no estaba ciega, tenía ojos pero sus párpados estaban cerrados. En el mismísimo instante cuando Krishna se había acercado a su cuna ella comenzó a ver. ¿Y qué es lo que vio por primera vez en su vida? Fue Dios. “Es mi amado. “
Imaginadlo por un instante que maravilla sería si lo primero que veis al nacer en este mundo fuese Dios: pues tenemos los ojos abiertos pero ¿acaso vemos? ¿No sería mejor cerrar los ojos y así talvez viéramos mejor? Porque tenemos los ojos abiertos para la ilusión mientras que Radica tenía los ojos cerrados para este mundo. Sus ojos se abrieron nada más para ver a Krishna. Debemos aleccionarnos con ella: abramos nuestros ojos únicamente para mirar a El.
Con esta historia ejemplar podemos comprender también porqué los santos alaban a Dios de este modo: “Es ahora Dios mío que al verte mis ojos y mi entendimiento alcanzaron la perfección. Ahora que he oído Tu Nombre Santo – mis oídos alcanzaron la perfección. Oh Gurudev, tú has llegado a mi casa – mi vida así como mi casa alcanzaron la perfección. ”
Esta debe seguir siendo nuestra actitud – debemos cerrar los ojos para la ilusión y debemos abrirlos para la Divina Verdad.
September 20th, 2015 at 5:16 pm
Gracias , he tenido la posibilidad de danzar junto a Maharaja y sentirme completamente bendecido por Su Gracia.