Sharanagati
Collected words from talks of Swami TirthaFelizmente tenemos numerosos santos. Y es muy favorable rezar y pedir sus favores porque ellos pueden extender su protección encima de nosotros y pueden aleccionarnos. En efecto, éste es el modo de acceder a los sublimes devotos: celebrando sus fiestas, rezar y meditar. Con que, si alguien encuentra a seis goswamis, no se trata de oír voces extraños ni de ver fantasmas. Es un nivel definido de la realidad. Por esto os deseo lleguéis a realizar una cita – darshan con los goswamis ya que ellos os dirán cómo debéis dedicaros al servicio dirigido a Radha y Krishna. Por ejemplo, imaginad vuestra cita con los goswamis, ¿qué es lo que vais a preguntar?
Hari-Lila: Les pediré me revelen el objetivo de la vida humana.
Tirtha Maharaj: Un devoto dedicado debe haber comprendido en el máximo de una semana el objetivo de la vida humana. Si fuera preciso escuchar conferencias sobre el tema durante años, se trata de error vuestro. La cuestión es – ¿Cómo alcanzar este objetivo? Esto es lo que debemos aprender, buscar y pedir respuestas. Por esto, en una eventual cita con los goswamis, preguntadles con lágrimas en los ojos: “¿Cómo puedo alcanzar el objetivo de mi propia vida?” La gente piensa con frecuencia: “Claro que en una cita con los goswamis se lo preguntaré.” Sin embargo en la compañía de un devoto dedicado, cuando te encuentres frente a tu guru, ¿qué es lo que le preguntas? “Tengo un problema de índole material – ¿podrías ayudarme a solucionarlo? Estoy sin una blanca – ¿puedes socorrerme? No tengo esposo – ¿puedes ayudarme? Tengo esposo – ¿me prestarás tu auxilio? ” Se trata pues de Gramya-katha (chismes de campesinos) y no de krishna-katha. ( Conversaciones con Dios). Y cuando eventualmente veáis a los goswamis, preguntaréis: “Hola, tengo un problema tal y cual – ¿podéis socorrerme?”
No hay que ser tontos como aquella anciana. Érase una vez una anciana. Su dharma era llevar leña en sus espaldas. Era una humilde y sencilla anciana y siempre rezaba en aras del Dios Narayana. Un día la carga que llevaba en sus espaldas era muy pesada. Tan pesada era su carga que la anciana tuvo que pararse un rato para descansar. Cuando debía seguir por su camino, la anciana miró la carga y exclamó: “¡О, Dios mío, me es imposible cargar esta leña otra vez en mis espaldas!” Rompió en llantos y se puso a rezar.: “¡О, Dios mío! ¡О, Narayana!” Y estaba rezando tan entrañablemente que Narayana apareció.: “Me has llamado, hija mía. ¿Qué es lo que puedo hacer para ti? Tus plegarias son tan sinceras y entrañables. Cumpliré con cualquier voto tuyo.”. Y la anciana dijo: “¿Puedes levantar esta carga de leña y colocarla en mis espaldas?” Narayana respondió: “Sí,”, levantó ka carga, la colocó en las espaldas de la anciana y desapareció.
Cuando tengáis cita con Narayana, no habrá que pedirle que vuelva a colocar la carga en vuestras espaldas. No seáis tontos, no hay que echar a perder tiempo.
* cita