Sharanagati

Collected words from talks of Swami Tirtha




yagya

Pregunta de Kamen: ¿Acaso uno puede sacrificar algo que no le pertenece?

Tirtha Maharaj: ¡Muy oportuna es la pregunta! ¿Hay aquí acaso algo que nos pertenezca?

Yamuna: ¡Sí! Nuestro amor.

Tirtha Maharaj: Este es en efecto el supremo sacrificio. Ya que solemos sacrificar cosas del exterior – flores, granos, tiempo, dinero, recursos, eso o aquello, Ladrillo… A veces patatas. Por lo tanto las cosas que nos pertenecen son pocas. Nuestra vida es una cosa, otra cosa es nuestra conciencia y tercera cosa es nuestra afección. Una vez que hayamos logrado a dedicar estas tres cosas – vida, pensamientos y emociones – lo habremos sacrificado todo.

Finalmente lo que cuenta es sólo la afección. Todo lo demás es secundario. Sat-chit-ananda, ¿no es cierto? Nuestra existencia, nuestro saber o conciencia y luego nuestro amor.

En realidad, todo ello no es más que reflejo del poder divino. Pero Krishna ha dado a las almas estas cualidades con un propósito bien definido. Él no ha sido desinteresado; Él ha querido recibirlo todo de retorno. Es que la única razón por la que seguimos en vida es la de poseer emociones, conciencia es la razón divina de dedicar todo ello al intercambio divino de servicio. El resto no nos pertenece. Ni siquiera el cuerpo. Es un instrumento, es como una carreta para llegar a alcanzar la destinación.

Una vez estuve hablando con un grihastha bhakta muy, pero muy amable y él me dijo: “¡Ah, cuando era brahmachari he sido tan feliz! Cada día estábamos predicando, viajando por allí y por allá, estábamos distribuyendo y por las noches estábamos cocinando el prasadam … Ahora tengo que mantener, obrar, trabajar, ganar dinero – y luego de todos modos tendré que renunciar de todo ello! Entonces, ¡¿para qué estoy haciendo todo esto?!” Yo le respondí: “Bueno, sin haber recogido algo, ¿cómo vas a renunciar de ello??” Entonces él dijo: “¡A-ha!”

Es que Krishna lo está pensando todo a largo término. Primero nos implica en recoger para luego aprendernos a renunciar. Él está pensando por vosotros.

 



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