Sharanagati

Collected words from talks of Swami Tirtha




(Continuación del texto anterior)

 

Pregunta de Premananda: Gurudev, mientras permanecemos en el tema de vampiros…

Tirtha Maharaj: ¡¿O, todavía sigues permaneciendo allí?!

Premananda: Quisiere preguntar algo sobre otro ejemplo de película de vampiros…

Tirtha Maharaj: Por mi parte ha sido una broma, un número para darme cuenta de toas las necedades sin sentido de las que os estáis ocupando y perdiendo tiempo.

Premananda: Pues en aquella película lo que era cautivar aquellos seres, sacarlos a la luz del día con lo que ellos se desintegraban. Si admitimos esto como metáfora ligada a nuestros propios vampiros, ¿qué actitud deberíamos adoptar y seguir para arreglárnoslas para salir del paso librándonos de estos demonios intrínsecos?

Tirtha Maharaj: Como quien dice: ¡Vampiro logía de Vaishnava! Y en primer lugar, ¿qué es un daemon?

Yadunath: Es una persona muy talentosa.

Tirtha Maharaj: No, ello vale para el demonio. Es talentoso, pero no lo es en la buena dirección. Esto es el demonio. La palabra „daemon” viene de Platón. El lo ha definido como un ser intrínseco. Dice: „Podéis crear vuestros propios daemones.” Pueden ser buenos o malos. A veces por mala procedencia y acondicionamiento y por malos hábitos llegamos a crear esos vampiros intrínsecos, daemones y en este sentido demonios pero ellos están morando en las estructuras de nuestra mente. En la mayoría de los casos son creaciones de nuestra propia imaginación. Digamos pues que tenéis esperanzas en vosotros mismos pero luego llegáis a ser esclavo de estas mismas esperanzas. Después os ponéis a sentir culpabilidad por no haber alcanzado a realizar estas esperanzas inventadas. Luego comenzáis a pensar que vuestro gurú espiritual está esperando algo de vosotros. Y empezáis a temerlo. Y esto por no llegar a responder adecuadamente a vuestras propias esperanzas daemónicas, proyectándolo todo sobre otra persona. Por lo tanto si vais a preguntárselo al gurú: “¿Qué es lo que se espera de mi persona?”El responderá: “Pues nada. En realidad, hay una espera o esperanza – ¡que seas feliz! ”Y entonces, a la luz del espíritu, a la luz de lo divino, estos daemones intrínsecos simplemente se van evaporando.

Por supuesto, existen demonios que no son de vuestra creación, sino que resultan de intromisión real que viene del exterior y no obstante de ello, por medio de práctica decisiva y bajo la protección necesaria siempre podéis evitar semejantes influencias.

Pero como quien dice: sin dolor nada se alcanza. Los grandes siempre están sometidos a duras pruebas. El Dios Jesús ha estado sometido a la tentación del Satán. El Dios Buda también ha estado tentado por Maya Devi. También fue sometido a tentación Haridas Thakur, a quien apaleaban en los mercados – y tantos otros. No hay que pensar que sin pasar por duras pruebas alcanzaréis algo superior. Debemos estar listos a aceptar esta parte de la purificación – debéis estar preparados.

Sea como fuese, nuestro proceso no se basa en espantar a la gente con demonios intrínsecos o del exterior sino en enseñarles la dedicación bajo protección divina. Pero la cuestión es cómo luchar venciéndolos y cómo liberarnos de ellos. Hay una buena historia. Una vez dos jóvenes brahmacharies pidieron ayuda a un viejo maestro swami .Uno de ellos dijo: “¡О, maestro, tengo un problema!“ “¿Y cuál es tu problema, querido??” “¡О! Ya tengo mis tentaciones. ” “Pues cada uno tiene sus tentaciones..” “Pero entonces, ¿qué es lo que tengo que hacer?”

El viejo maestro respondió: “Debes esconderte en el ashram, debes cerrar la puerta y no dejar que entre la tentación.” Luego habló el segundo joven diciendo: “Maestro, yo también siento tentaciones.” A lo que el maestro replicó: “¡Abre la puerta del ashram, y déjalas que entren!” Los jóvenes se sintieron confundidos: “Pero si a mí me dijiste que atrancara la puerta contra las tentaciones y a él le dijiste que la abriera. ¿Qué debemos hacer ahora?” Entonces el maestro dijo: “Tú eres débil y por esto más vale esconderte y no dejar alas tentaciones de atacarte. Pero tú eres fuerte, puedes dejarlas entrar y puedes luchar contra ellas.”

Sin embargo ya se ha dicho: “Hay una sola cosa a la que no puedo resistir. Existen tantas prohibiciones, tantas reglas e instrucciones, tantas cosas malas – sólo a una cosa no puedo resistir. La tentación.”¡Tan sólo urna cosa!

Por esta razón, seguid recitando y cantando mantras, no dejéis de llamar a nuestro amado Dios por su nombre. Y cuidado con ser sensibles cuando El os llame.



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