Sharanagati

Collected words from talks of Swami Tirtha




prem-prasad-vrindavan

Os agradezco la fineza de haber venido. Siempre es grato de ver almas sinceras reunidas para celebrar a Dios. Hoy estábamos y seguiremos tratando de brindar y ofrecer distintas modalidades de servicio a Krishna. De primero habéis cantado para celebrar Su gloria. Después hemos rezado todos juntos. Y todos estáis ofreciendo cierto sacrificio – dedicando ratos preciosos para venir  a sentaros aquí. A nuestra vez trataremos de brindar ofrenda de servicio estudiando y escuchando el mensaje divino.

A lo largo de estos días hemos estado estudiando las subdivisiones de la fe. Hemos examinado los distintos tipos de energías que van controlando casi todo en la esfera material, sea masa, energía y luz. Todas estas energías tienen su origen en el Dios supremo y en práctica no hay algo que se encuentre fuera de Su control y poder. Por esta razón hemos debatido de cómo la fe, la dieta o los diferentes usos y costumbres de la gente llegan a impactar dichas manifestaciones y modalidades. Y ahora estamos en este Capítulo Diecisiete de la “Bhagavad Gita”, el canto divino y llegamos al verso veinte:

“La caridad que se dé por sentido de deber, sin esperar de recibir algo en cambio, en momento oportuno y caso de ser ofrecida a la debida persona se considera como caridad ofrecida bondadosamente. Por lo tanto, la caridad ofrecida con la espera de recibir algo en contrapartida, con el deseo de obtener resultado furtivo o de mala gana sed considera como caridad ofrecida en la modalidad de la pasión. Y de la caridad realizada en sitio impuro, en momento inoportuno o sin atenciones y respetos debidos, de tal caridad se dice que está en el dominio de la ignorancia.”[1]

Pues estamos platicando esta vez de la caridad – cómo deberíamos compartir lo que tenemos. Hasta la caridad, hasta la buena voluntad de servir a otros, a ayudar a otra gente, hasta cosas como éstas se ven impactadas por ciertas gunas. Y de acuerdo con dichas gunas ahora estamos practicando este buen servicio nuestro. Si pudiera la luz dirigir nuestras vidas, podríamos realizar el servicio correctamente, como es debido pero si llegase a dirigirnos en nuestras vidas la oscuridad, entonces nuestro servicio  sería incorrecto ni sería como es debido. ¿Cómo debería ser el mejor modo de servir? ¿Cómo deberíamos aprovechar el tiempo del mejor modo posible? ¿Y cómo deberíamos compartir del mejor modo lo que tenemos?

Se dice que la mayor diferencia entre el crío simio y el niño humano reside en que el niño humano está dispuesto y listo a compartir. ¿Qué opináis, queridas madres? Es una afirmación de los especialistas zoólogos – no he llegado a verificarla ni con críos simios ni tampoco con niños humanos pero aún si resultara injusta esta afirmación no deberíamos comportarnos como nenes ni como críos simios. Debemos estar dispuestos y listos a compartir lo que tenemos.

¿Y qué es lo que tenemos, tenemos algo de nuestra posesión? No será mucho. Sin embargo, estamos en posesión de ciertas cosas – como ya hemos hablado de ello, tenemos nuestra respiración, nuestra vida, poseemos unas pocas palabras, unos pocos pensamientos e ideas, unos pocos actos y acciones. Y en fin de cuentas poseemos una vibración muy especial, que brota dentro de nosotros, y ella se llama afección. El amor es considerado como energía de un tipo superior, imposible a ser generada por otras modalidades, que no puede ser generada que por amor. La vida será generada por la vida, la conciencia será generada por conciencia y el amor viene generado por amor. El único y último manantial de cualquier cosa será el manantial divino. Krishna es considerado ser la Belleza Suprema. Su pareja Radha es considerada ser el Amor Supremo. Ellos están unidos y cuando estén juntos, esto ya será

Chaitanya Mahaprabhu. El vocablo Chaitanya significa fuerza vital o conciencia. Es la combinación entre Amor Divino y Belleza Divina. Por lo tanto la vida viene generada de este Manantial Divino. La afección también viene generada por Él.

Si se nos ocurra hacer una ecuación – diciendo que el amor se genera por amor – ya que esto es una ecuación – y al poner la ecuación al revés debemos llegar a la conclusión que del amor lo que se irá generando será únicamente amor. Nada más. Si el manantial supremo fuera afectuoso, cariñoso, tal como debería ser la divinidad y Dios, entonces todo lo que de Él viniese poseería esta cualidad de amor afectuoso. ¿Llegáis a sentirlo?

Alguien: A veces. Pero sólo a veces.

Tirtha Maharaj: Pienso que la respuesta es muy honesta – quizás a veces podamos sentir algo. Pero quizás no siempre, no en todos los casos. Por ejemplo, cuando se nos imponga sufrir por algo, nos será muy difícil darnos cuenta que: “¡Ah, ya se vierte la divina gracia y me envuelve! ¡Qué afectuoso es mi Dios y cómo me quiere!” Por lo menos debemos tener esta convicción filosófica que todo lo que nos venga desde el Manantial Divino será por nuestro beneficio. Quizás no comprendamos la razón, el porqué,  ni tampoco  la meta de todo lo que nos ocurra pero todo ello servirá por nuestro beneficio.

Todo lo que lleguemos a vivir en nuestras vidas deberá ayudarnos a compartir lo que tenemos. Y no tenemos mucho. Lo que tenemos es muy poco tiempo, muy pocos esfuerzos, muy poca afección – esto es todo lo que tenemos. Quizás estemos en posesión de cierto saber, de cierta experiencia… Por lo tanto, debemos estar dispuestos y listos a compartir con los demás.



[1] Bhagavad Gita 17.20-22



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