Sharanagati
Collected words from talks of Swami TirthaOct
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(Continúa de la conferencia anterior)
Ya sabéis que si nos ponemos a pensar en los distintos niveles de la existencia, si nos sentimos frustrados de los errores cometidos por nuestros subordinados, nuestros asesores y supervisores también se sentirán frustrados con sus propios fallos y errores. Es la trampa del karma.
. Por esta razón, con vistas a evitar en la práctica semejantes problemas no debemos sentirnos frustrados ni decepcionados. Debemos aceptar ciertas cosas en ciertos límites. Claro que si las cosas llegan a perder sus proporciones, ya debemos poner límites. Y cuando lleguéis a pasar el umbral, ya no habrá problemas para vosotros. Por lo tanto esto no significa que no se cometerán otros errores. A pesar de esto la atmósfera llegará a cambiar de tal modo que los errores llegarán disminuir y los resultados en su totalidad van a incrementar ú tanto para el jefe como para los empleados.
.Se ha dicho ya en la Biblia: “¡Odiarás el pecado y no al pecador!”, o sea no debéis aceptar el pecado pero sí debemos aceptar al ser humano. Y si no podéis llegar a ganar los corazones – sea dicho en términos de poesía cuando en efecto se trata de obrar – si no podéis ganar a la gente por alguna causa, podéis darle inspiración a superarse y entonces esa misma gente estaría lista a morir por vosotros. Por lo tanto esto significa que también vosotros estaríais listos a morir por esa gente. Esto es válido para las relaciones humanas más elementales como las de Empleador – empleado. ¿Porqué? Porque la gente llegará a sentir la actitud bondadosa.
¿Os cuento una historia más? Algún bhakta tenía una tienda que llegaba a mantener a duras penas. Se empeñaba a ayudar a otros bhakta asegurándoles el ganapán pero como surgían muchísimos problemas fue obligado a botar a un empleado suyo. Aquel buen hombre se largó y alrededor de dos años más tarde regresó con un dineral y dijo: “Mientras estaba trabajando para ti, me veía obligado a robar de tu dinero. Y estuve robando durante un buen rato ya que era drogadicto y debía financiar mi modo de vida. Ahora que he terminado con este mal hábito vengo a devolverte el dinero robado.”
Aquel hombre estaba robando poco a poco, pasa a paso y no se notaba su robo y por esta razón los negocios en la tienda se desarrollaban a duras penas. Pero al final ya veis, ¡qué acto tan bueno y noble! El empleado que fue botado por otra razón finalmente devolvió el dinero.
Deberíamos pues ser delicados y espirituales en las relaciones diarias. Si Krishna quiere quitaros algo vuestro, no podréis impedírselo aún teniendo centenas de brazos.
Y con ello concluimos el tema del auto defensa.