Sharanagati

Collected words from talks of Swami Tirtha




““Mama mana mandire… O mi amado Krishna, te ruego me hagas el favor de vivir para siempre en el templo de mi corazón” *

Debe haber algo constante y ello es nuestra devota dedicación. Cuando yogas y distintos practicantes se reunieron en la ribera del Gangas  habiendo comprendido que iba a tener lugar una conferencia con preguntas y respuestas entre Parikshit Maharaj y Shukadev Goswami, todos aprendieron lo que iba a ocurrir: el rey iba a morir dentro de siete días y el joven santo debía darle las debidas instrucciones. El rey tenía tan solo una imploración a los reunidos – y allí había centenares de miles personas. Dijo el rey: “Aspiro a que madre Ganga  me acepte. No me  importa  que yo viva o muera. Os imploro por una sola cosa, o,  gente santa – ¡ojalá siga sin interrupción   la glorificación de!”

Mientras tanto, muchas cosas cambian sin cesar en nuestra vida. Ahora estamos aquí todos juntos y al separarnos, volverá a producirse un cambio. Debe existir algo constante – nuestra devota dedicación, nuestra adoración a Dios. Por eso os imploro, continuad sin interrupción esta práctica. Ella es una vibración de fondo en la estructura cósmica. El Hombre  constituye un micro cosmos  y el cosmos se parece a un enorme ser humano. Uno y otro necesitan tener por lo tanto un centro. Tal centro es la vibración divina. Es por ello que estamos cultivando la maravillosa vibración dentro de nosotros mismos, la estamos cultivando para ayudarla a resonar también hacia fuera. Por supuesto la invitación viene desde fuera, ya que este  inicial fondo espiritual siempre está presente  y nosotros debemos ser capaces a purificarnos en el grado debido para permanecer en armonía y en resonancia con el llamamiento.

Es por ello que en la oración  se suplica: “O Señor, te ruego que vivas para siempre en el templo de mi corazón.” Esta única y breve frase lleva consigo tantos sentidos muy profundos. Es un llamamiento a transformar el corazón en santuario, en minúscula  capilla. No es necesario erigir el templo„Alexander Nevski” en el corazón. Esto debe ocurrir con los grandes, ya que mucha gente visita las catedrales. Pero qué es lo que traemos en el templo – allí traemos nuestros pecados. Es por ello que un templo puede resultar repleto de reacciones pecaminosas. Por esto los grandes deben tomar cuidado de los grandes templos en sus corazones, puesto que muchos van a visitar esos templos y  van a dejar allí su carga pecaminosa. Entonces, vamos a erigir una minúscula capilla, una pequeña iglesia en nuestro corazón – secreta y visitada sólo por nosotros.  “O Señor, te ruego que vivas para siempre en el templo de mi corazón.”

La relación afectuosa entre vosotros y Dios es algo personal e íntimo. Tiene, es cierto, algunas consecuencias públicas   pero en fin de cuentas se trata de un camino interior. “Te ruego, Señor,  estoy listo a transformar mi corazón en templo, en  claustro para Ti. ” Es que la gente suele creer que el templo es la morada  de Dios. En efecto, lo que debemos comprender es  que todas las casas, todos los edificios son moradas de Dios.

Siendo almas divinas nosotros vivimos en nuestros corazones – ellos son nuestra casa, nuestra morada que debemos dedicar a Dios. El también vive allí. Este es el modo de evitar la soledad. Vivir en una casa solitaria no es felicidad pero teniendo compañía – y si es una compañía constante, si es una compañía cautivadora  – entonces nunca sentirás soledad.

¡Transformemos pues nuestros corazones en santuarios! En un santuario no se puede vivir una vida de egoísta. Se va al templo para festejar, se va al templo para adorar, se va al templo para servir. Esta es la función del corazón.

Y como dentro del cuerpo el lugar más importante es la agrada capilla, es por ello que ponemos en la frente el signo  tilak. Este símbolo tan especial señala el templo, el sitio especial dedicado a Dios. Y recordando que nuestros cuerpos, nuestros corazones han sido dedicados a Krishna, la meditación será poderosa.

Bhakti significa desarrollar los sentimientos, pero los sentimientos castos que no sean dependientes de l exterior o de objetos y ocurren en un rincón  sacro santo del corazón. Debemos erigir templos en nuestros corazones, agregar hoy un ladrillo por lo menos y hacer lo necesario.

“Mi amado Señor, te ruego que vivas siempre en el templo de mi corazón.” Los cambios vienen y se van pero vuestro templo debe quedar indestructible. Al lado de los templos se producen los milagros. Por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial cuando la ciudad alemana Colonia  estaba sometida a bombardeos y en práctica estaba hecha ceniza, sólo la famosa catedral ha permanecido. O cuando las olas tsunami se precipitaron sobre Sri Lanka  y algunas regiones de India, había un templo que por alguna razón se encontraba debajo del nivel del mar en el paisaje local. Las olas se llevaron todo salvo el templo, el agua ni siquiera penetró dentro. En tiempos muy remotos y antiguos, si no me equivoco el mismo Shiva había dados su bendición para aquel templo para que se quede intocable en cualquier calamidad  o intemperie.  También rezaba Parikshit y la adoración constante, la glorificación de Vishnu continúan sin interrupción allí. Este el  deber del templo – asegurar el sitio para todo ello – y ésta es la razón de erigir templos en los corazones. Entonces se producirán los milagros. Podéis haber sufrido muchas adversidades  pero el santuario secreto en los corazones permanecerá.

 



* un canto devoto   del Bhaktivinod Thakur



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