Sharanagati

El mundo entero es insignificante, es igual a una ramita de hierba. ¿Es acaso realista tal visión? Bueno, quizás para mucha gente suene algo extraño. Por lo tanto, podemos interpretar esta expresión de dos modos.

Uno de ellos consiste en ser capaces de apreciar la belleza y las grandes cualidades que posee una ramita de hierba. Es un ser vivo minúsculo, insignificante y sin embargo posee algunas características notables. Por ejemplo, nunca permanece sola, siempre está junto con otros. Es pequeñita pero siempre va creciendo y con su verde existencia asegura alimentación para unos animales grandotes tales como las ovejas del ashram o las vacas de Krishna. Luego viene el otoño. Y ella deja de crecer. Entonces las ovejas prácticamente acaban por acabar con ella paciendo hasta la última raíz y se queda algo muy pequeñito. Sin embargo, con la llegada de la nueva primavera – ¡de nuevo viene brotando! Es poderosa prueba de fuerza vital. A veces llegan tiempos duros, rigurosos como invierno, tiempos en los que las almas están titiritando de frío y se esconden. A veces en este mundo material hace frío invernal. Sea, no existen condiciones favorables al desarrollo espiritual. No importe, retirad vuestras energías, guardadlas y en el momento favorable salid yendo hacia delante. Si llega a hacerlo la pequeñita ramita de hierba, ¿por qué no podréis hacerlo a vuestra vez? Otras veces la tempestad se arroja al bosque. La impetuosidad acaba por quebrar los grandes y orgullosos árboles. Ya hemos tenido el verano pasado un terrible huracán de increíble fuerza que quebrantó una docena de enormes árboles alrededor del ashram, felizmente sin arrojarlos sobre el ashram. Los guardias forestales afirman que cada 10 – 20 años aparece un temporal semejante y deja sus huellas. En el jardín sufrieron graves daños las parras y distintas otras plantas. La hierba no tuvo ningún tipo de problemas. Es que las hierbitas se inclinan humildemente ante la tempestad.

Al afrentaros pues a alguna impetuosa fuerza natural, aplicad este método. Si os inclináis, si estáis listos reconocer que la otra parte es más fuerte, tendréis menos problemas. La humildad tiene su efecto. La humildad ayuda a sobrevivir en ciertas situaciones. Esta es la lección que nos ofrece una sencilla ramita de hierba. Viendo esta fuerza y poder de sobrevivir podemos afirmar que la comparación con una ramita de hierba es un honor para el mundo.

Por otro lado hay quien dice que una persona es insignificante como una ramita de hierba. ¿Como es posible entonces comparar el universo infinito con algo tan imperceptible? A no ser que tenéis otro mejor universo. Si llegamos a comprender siquiera un poquito el sentido del cielo espiritual, podríamos decir: ¡O, el universo espiritual es nulo! Sin embargo, la belleza divina se manifiesta también en nivel relativo Y si este mundo nuestro abunda de maravillas increíbles, podemos imaginarnos qué es lo que podría ocurrir más allá, en el cielo espiritual que es perfecto en absoluto.