Sharanagati
Collected words from talks of Swami TirthaAug
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Pregunta de Manjari: Usted había afirmado que Dios es bueno. ¿Está completa una creación cuando no hay nada de malo y sólo lo bueno está presente? ¿Es algo aburrida la perfección?
Tirtha Maharaj: Bueno y malo – se trata de idea preconcebida, de un consentimiento, de una opinión aceptada por todos. Acordamos pues en ciertos problemas: esto lo consideramos ser algo bueno, en aquello consentimos que es algo malo. Desde el punto de vista definitivo, desde el punto de vista ontológico y filosófico, no existen lo bueno ni lo malo. Cada cosa tiene su ubicación respectiva y su papel a desempeñar en la existencia del Universo. Podríamos afirmar que algún suceso resulta favorable para el progreso mientras que algún otro tiene impacto desfavorable. Pero lo que resulte desfavorable no es necesariamente malo. De modo que analizando con suficiente profundidad deberíamos llegar a la conclusión que bueno y malo no existen.
Por lo tanto ello no significa que tampoco existen luz y oscuridad. Este mundo nuestro es un mundo de dualidades, un mundo duende. Ello quiere decir que hacen falta comillas para calificar algunas cosas de „buenas” y otras de „malas”. En efecto se trata de un problema teológico de suma importancia: Si Dios es el Creador por excelencia, el único y auténtico manantial, ¿de dónde han surgido las cosas malas, el Diablo por ejemplo? Dios es bueno, bondadoso. Sin embargo sus energías funcionan de modo a proyectar la imagen del mal y del malicioso en la pantalla de la mente humana. Por ejemplo, no es bueno matar, ¿verdad? A pesar de ello a veces condecoran con medalla militar por la masacre de multitud de gente. En el nivel material resulta que estos problemas definitivos sin difíciles a solucionar y a juzgar lo que es bueno o malo.
Regla de oro: no causar a otra gente lo que no quieres que te causen a ti. O sea dicho de modo positivo: haz para otra gente lo que quieres que se haga para ti. Entonces si la energía divina se manifiesta de modo inhabitual, esto no es algo malo puesto que sirve para in buen fin.
Hay una historia que lo revela. Vivía en una aldea un carpintero. Tenía una buena familia, buen hogar, todo le iba bien. La gente decía: “¡Ah, qué dichoso eres! Ya lo tienes todo bien arreglado, tienes un hijo ya crecido, te va bien todo y en todo aciertas.” A lo que el carpintero respondía: “¿Y quién sabe qué es bueno y qué es malo?” Al día siguiente se le perdió el caballo. De algún modo había logrado a salir del establo y había desaparecido. Entonces todos los paisanos dijeron: “¡О, qué pena! Te has quedado sin caballo; ¡¿Cómo vas a trabajar y sobrevivir?!” Respondió el carpintero: “¡¿Y quién puede juzgar qué es bueno y qué es malo?!”Al día siguiente el caballo regresó – junto con otros diez caballos salvajes. Había explicado a sus amigos: “Aquí mi señor os dará a comer” Por esto habían venido todos aquellos caballos. La gente de la aldea comento: “¡En hora buena! ¡Qué suerte te ha tocado: ayer tenías un solo caballo y ahora tienes once – es requetebueno!” El carpintero replicó: Той отвърнал: “¿Y quién sabe qué es bueno y qué es malo? ¡¿Quién puede apreciarlo?!” Pues bien, habrá que amaestrar y amansar los caballos salvajes, ¿no es cierto? Al día siguiente vino el hijo del carpintero – un mozo de veinte años, guapetón y esbelto – y se puso a amaestrar a uno de los caballos salvajes. Todos dijeron: “¡Qué afortunado eres, tienes un buen hijo para cuidar bien tus caballos…” Pero, ¿qué es lo que ocurrió? El caballo echó abajo al guapetón. Y él se rompió el brazo. Entonces todos lamentaron la desgracia: “О, ¡qué desventura, qué mala suerte! Tu hijo se rompió el brazo..” El padre respondió: “¿ Quien sabe? ¿Quién puede juzgar qué es bueno y qué es malo?… ” Y al día siguiente vino un oficial del ejército y ordenó: “Hemos declarado la guerra a los vecinos y tengo que llevar conmigo a todos los jóvenes de veinte años. ¡Vamos, todos debéis juntaros al ejército!” Vino entonces el joven guapetón – el brazo – roto, la pierna – también, la cabeza – vendada. Le dijeron: “О, no podemos llevarte con nosotros, quédate aquí.” Y de nuevo comentaron los aldeanos: “¡Ah, que suerte te ha tocado – no perderás a tu hijo!”
Con todo esto, ¿Quién va a juzgar qué es bueno y qué es malo? Deberíamos alcanzar un nivel elevado para llegar a comprender, a darnos cuenta cómo y si de veras podemos considerar que las cosas de la vida nos ayudan a adelantar espiritualmente. Al llegar a tal nivel de conciencia, lo “malo” simplemente deja de existir. Habiendo alcanzado la clarividencia, vuestro mundo llegará a ser aburrido – sólo bueno y favorable.
Manjari: ¿Acaso puede existir sólo lo bueno sin lo malo?
Tirtha Maharaj: Sí. A veces lo contrario nos ayuda a apreciar y a valorar las cosas verdaderas. He oído que algunos entre vosotros habéis asistido al cursillo de arte culinario de Yugala Kishor Prabhu. Creo que ya os ha explicado cómo se prepara buen turrón, ¿no es cierto? ¿Ya conocéis los ingredientes? Con que hace falta mantequilla, sémola, azúcar y agua – estos son los componentes básicos, ¿verdad? Sabéis que los buenos cocineros sólo revelan los ingredientes básicos y siempre guardan algo en secreto. Os vais a casa y vuestro turrón nunca será igual al del gran cocinero. Sea como fuere, el elemento fundamental del turrón como dulce de postre es la sal. Una pizca de sal. O una gotita de amargura. No debéis agregarlas a vuestro turrón.
A veces los sabores contrarios ayudan a valorar el verdadero sabor. Como lo había dicho en cierta ocasión Shrila Shridhara Maharaj – y se trata de un mensaje magnífico – la oposición pone énfasis en la belleza. Sin embargo, comenzad cualquier actividad con el „sí” positivo. No hay que comenzar con la negativa de la oposición.
Sí, a veces la perfección puede ser tediosa – creo que es algo evidente.