


Sharanagati
Collected words from talks of Swami Tirtha
Nov
11
„ O Partha, dichosos son aquellos kshatriyas que tienen la oportunidad de combatir sin haberla buscado porque esta oportunidad de ser combatientes abre las puertas a los planetas del paraíso.”*
Para el simple guerreo la batalla abre las puertas al paraíso. Sin embargo, un bhakta, luchador dedicado, puede acceder a prema bhakti – un estado natural de dedicación afectuosa. Y este objetivo se sitúa más allá de la liberación.
Cumpliendo con sus obligaciones, todas las variadas categorías de gente, situadas en distintos escalones de la vida, pueden acceder a la perfección. Por lo tanto, el paraíso de por sí no es una adquisición tan suprema – en acuerdo con la visión india ya que no es destinación definitiva, es simplemente un sitio destinado a descansar. El paraíso no es objetivo final puesto que es de fácil acceso. Pero como no hay plazo que no llegue, será preciso volver. Se acaba la siesta y hay que volver a la faena. El paraíso pertenece al plano material, en realidad el paraíso es el nivel material más alto: existen planetas infernales, otros que son intermedios o terrestres y también hay planetas superiores. Pero el objetivo final es volver a nuestra casa, volver a Dios – al mundo trascendental, a Su reino.
Por lo tanto, ¿cómo acceder a ello? Hablemos pues del modo a acceder a los planetas paradisíacos. Los Kshatriyas acceden a través de batallas. Los Bramines acceden a través de sacrificios o meditaciones, rezando – actividades espirituales directas. Los Vaishyas, los administradores, lo hacen donando desinteresadamente. Los Shudras, servidores a los demás lo realizan prestando servicios, a través de sumisión y lealtad. Es así porque estas cuatro clases distintas de gente manejan distintos tipos de energías. Los Bramines se dedican a la energía espiritual – tengo en vista las energías religiosas y sagradas. Los Kshatriyas – o sea los caballeros, los reyes – manejan a través de la influencia y del poder que poseen, manipulando las fuerzas y las energías del mundo. Los Vaishyas atienden el aspecto económico y los Shudras, el aspecto físico. Y cada cual, con tal que cumpla bien con sus deberes puede acceder a su destinación espiritual.
Existen pues estas categorías mundanas, existe también una estructura divina de la sociedad humana. Es que los bhakti también tienen sus distintas aptitudes: Unos son capaces de cocinar el prasadam. Otros tienen la capacidad de comerlo. Este tipo de servicio es más popular. Sin embargo cocinando o comiendo podéis acceder a la perfección. No obstante nuestras capacidades o aptitudes, a través de ellas nosotros podemos servir a Dios.
* „Bhagavad-gita” 2.32
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