Sharanagati
Collected words from talks of Swami TirthaFeb
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El puro saber no es teórico sino es muy práctico. La verdadera filosofía es el secreto de la vida. El puro saber obtiene ciertos resultados, procura una percepción directa del yo – de lo que soy o lo que somos. Sin conocernos no podemos progresar.
En realidad, hay tres pasos, tres niveles. Uno de ellos, llamado sambandha o conexión – ¿dónde pertenezco, de dónde vengo? El segundo es abhideya – los medios a usar, el camino que emprender. Y el tercero es prayojana, el objetivo – tengo que definir mi objetivo.
Entonces, si yo pertenezco a Dios Supremo, a Shri Krishna, ésta será pues mi conexión original, pertenecer a Él. Ésta será mi conexión, una conexión espiritual original – pertenezco a Dios. Y todas las diferentes religiones nos lo aprenden – no pertenecéis aquí, a la materia, al planeta Tierra, sino pertenecéis al mundo celeste. Ésta es la sambandha – pertenezco a lo Divino.
Si pertenezco allí, debo obrar al respecto. No puedo quedarme sentado aquí esperando que ocurra algún milagro, ¿no? Por esta razón debemos obrar, debemos hacer algo. A esto se le llama abhideya – la práctica espiritual. Vuestra meditación, vuestras plegarias, vuestras mantras, vuestras ofrendas, visitas de la iglesia, todos los eventos religiosos y festivales – todo ello nos ayuda a recordar que pertenecemos a la esfera divina. Asimismo lo de reunirnos para ayudarnos y para no dejar de recordar.
Y el tercer nivel es la prayojana, la meta – debemos saber adónde vamos. Cuando un buque no sabe adónde va navegando, no habrá para él ningún viento en popa. Hay tantos vientos diferentes que puedan empujar vuestro buque, vuestro cuerpo, vuestra mente, vuestra conciencia, llevándoos por aquí o por allá. Por lo tanto, si no conocéis la destinación, siempre estaréis empujados por aquí y por allá. Debemos conocer pues la dirección a seguir para llegar a la destinación.
¿Cuál es nuestra dirección? ¿Cuál es vuestra destinación? ¿Qué es lo que queréis alcanzar?
Alguno: ¡La Perfección!
Otro alguno: Es lo que ella quiere. Cada uno con sus deseos.
Tirtha Maharaj: Correcto. Y el tuyo, ¿cuál es?
Respuesta: Llegar a ser buena persona. Para cada uno el sentido es diferente.
Tirtha Maharaj: Es cierto pero creo que cualquiera estaría de acuerdo con ello. Es muy buena esta ambición: “¡Quisiera llegar a ser un buen ser humano!” No quisiera plantear esta pregunta a cada uno de vosotros. Pero os ruego me respondáis en vuestros corazones.
“¿Cuál es mi ambición? ¿Qué es lo que yo quisiera alcanzar en esta vida mía?”
En nuestras Escrituras reveladas hay un maravilloso programa para esta vida. Se ha dicho allí: „Oh, hijos del néctar, habéis nacido en un océano de néctar. Es vuestro derecho desde el nacimiento – poseer un océano de néctar. ¡No hay que quedaros satisfechos con cualquier otra cosa! ¡Debéis buscar! Es vuestra herencia legítima de derecho. Os queda reservada esta herencia.” Esta es nuestra perfección y podemos llegar a alcanzarla siendo unos seres humanos buenos y atentos. Puesto que si venimos de este océano de néctar divino, ésta debería ser nuestra ambición definitiva – regresar allí.
Buscad pues vuestros objetivos interiores, vuestras aspiraciones más íntimas. Siempre que vayamos logrando a armonizar nuestro objetivo interior con la realidad divina, iremos siendo aún más felices.