Sharanagati
Collected words from talks of Swami TirthaAug
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Pregunta de Krishna Priya: Por un lado, cuando te encuentres en relación material, a pesar de que las nociones no deben separarse de tal modo, puesto que todo está mezclado y cuando tengas ciertas emociones de naturaleza rajasic y dichas emociones se manifestarán también para los devotos bhakta. Entonces, ¿acaso ello significa que ellas se transforman para ser aceptables en un otro nivel? ¿Debemos tolerarlas o evitarlas?
Tirtha Maharaj: Cuando alguien aplique para con nosotros incluso cualidades materiales, debemos tolerarlo. Por lo tanto vosotros no debéis admitir cualidades o actitudes materiales en las relaciones con la gente a vuestro derredor – ellos deben aprender la paciencia con vosotros. Sin duda ello resulta un poco difícil. Como lo afirma Mahaprabhu en “Shikshashtakam”: “Se más humilde que el tallo de hierba. Se humilde como el árbol. ” Si nos ponemos a calcular cuántos millones de veces este verso ha sido citado en la historia del
Vaishnavismo, tanto en el Este como en el Oeste y sin embargo ha sido aplicado y practicado muy pocas veces, el balance resultará algo insatisfactorio. Por esto debemos tratar de mejorarlo. ¡No debemos hablar de humildad sino que debemos aplicarla!
Krishna es perito en cambiar cualidades. Uno de Sus nombres es Mayin y Mayin significa mago. El mago puede transformar lo material en espiritual. Puede tornar el hierro en oro. ¿Acaso no son estos actos verdaderos milagros? El puede llegar a transformar a un pagano o a un ateísta en una persona creyente. Podemos afirmar que ello sí que es el mayor milagro que pueda ocurrir, ¿no es cierto? Pero hay un milagro todavía mayor – cuando un
sadhana-bhakta llega a tornar raga-bhakta. Es el mayor milagro. Talvez ahora no llegáis a percibir la importancia del acto y no llegáis a ver gran diferencia – el bhakta de antes permanece siendo bhakta ahora. Por lo tanto la diferencia es enorme.
Mahaprabhu establece un estándar muy alto. Debemos seguir con los ejercicios para alcanzarlo.
Krishna Priya: ¿Será posible que estas emociones van dibujando de cierto modo la relación del ser humano con lo divino? Tomemos el ejemplo de la celosía. j
Tirtha Maharaj: Ah, sí, ocurre esto muchas veces. Muchísimas veces. ¡Tantos esposos se pondrán celosos de sus esposas cuando en la escena aparezca Krishna!
¿Fue correcta mi replica? Sí, la mujer se siente atraída por Dios, sí, es verdad. Y viceversa, si el esposos se siente atraído por Radharani – también se divisa un problema. Son instintos emocionales si podemos llamarlos de este modo. Por esto están cerca del alma – no de la mente sino del alma, porque alcanzan el ego de los sentimientos, el ego emocional. Ciertas otras veces he visto a nuños celosos de Dios para sus padres, celosos porque están practicando demasiado. Por lo tanto, en la mayoría de los casos ocurre que cuando gente joven esté a principios de una carrera espiritual los padres y los amigos se asombran: “¡¿Pero, qué le ha ocurrido a mi hijo querido?! Antes estaba bien y salía todos los fines de semana, volvía borracho como una cuba, Corría persiguiendo a cada mujer – cosas tan normales. Ya hora va corriendo al ashram, limpiando el suelo, lo que nunca le había ocurrido en casa. ¡Mi hijo lavando suelos ajenos! Y no bebe más+ Tampoco hay mujeres a su derredor… ¡Ay de mí! ¡¿Cómo llegaré a ser abuela!?
Y tantos ostros problemas aparecen. Debemos consolarlos un poco. Semejante decisión había tomado uno de nuestros brahmacharis que se fue a su casa y sin que alguien se lo pidiera se puso a lavar la vajilla. Su madre se quedó perpleja. Resulta tan fácil convencer a los demás que estamos siguiendo un buen proceso. Y no se trata de aclaraciones intelectuales. “Escúchame, madre. Este proceso es el mejor y te explicaré porqué es así..”
Las cosas nunca sucederán de ese modo. Ya que la realización práctica está lejos, muy lejos de la convicción intelectual. Es lo que debemos enseñar a los demás porque sólo de este modo podemos servir a la otra gente, podemos servir a Dios, de este modo podemos servir para nuestro propio progreso espiritual.