Sharanagati

Collected words from talks of Swami Tirtha




curse and blessing

La fuerza de la masa, la fuerza de la energía  y de la luz  también tienen impacto tanto sobre nuestra fe como la estructura de nuestra fe. En este verso se afirma que debemos desarrollar un tipo determinado de fe correspondiendo a estas cualidades. Cuando alguien es  un tipo claro y luminoso, también será  luminosa su fe. Si algún otro es un tipo enérgico profesará una religión muy activa. Si otro tiene carácter demasiado  pesado,  tendrá a su vez una religión tamasic.  Y si miramos  sobre todo eso desde su aspecto positivo, significa que él está ya fijado.

Ya que hasta las gunas,  hasta todas esas cualidades materiales pueden transformarse en cualidades espirituales. ¿Qué es  tamas  en el sentido espiritual? ¿Qué es la oscuridad?

Yacida: Vipralambha[1].

Tirtha Maharaj: No, he pensado  que era Krishna, el Dios negro, el Señor oscuro. Sea como fuera, se pueden dar distintas interpretaciones. En nivel espiritual alguien que es pesado significará que es una persona estable ya fijado, ya que  rajasic significa principio activo, mientras que sattvic significa buena  intensión enfocada en el perfecto objetivo.

Puesto que hemos aprendido  la existencia de estas tres diferentes cualidades, ya tenemos instrumento para juzgar a la otra gente: “Prabhuji, ¡hoy  tu fe es muy tamasic!” También podéis juzgar de  otra persona: “Pff,¡ él es un  rajasic bhakta!” Nuca debéis hacer este error. Todo aquello no tiene que servir para juzgar a los demás sino para que miréis bien en un espejo.

Recientemente he hablado con un devoto bhakta y él me contó una historia: “Una vez esta  tan  frustrado  que  eché  a una persona una maldición.” Dije: “¡Baba, no está bien echar maldiciones!” ” “Es cierto, pero yo  sin embargo le eché la maldición a que pudiera purificarse de todos los pecados suyos”No pude comentar nada en contra de tal maldición.

Os pido permiso decir algo muy personal: hace un año un fulano me echó una maldición. Me había encaminado en un viaje para llegar aquí en Sofía y apenas había pasado la frontera que el fulano de tal me llamó por teléfono – naturalmente sabía que costaba más caro hablar por teléfono estando en un país extranjero – durante media hora me estaba explicando: “¡Te echaré una  maldición! ¡Nunca podrás dormir tranquilo hasta que no corrijas uno de  tus errores!” Le dije: “¿Se trata de un solo error? O, hoy eres muy misericordioso conmigo.” Y sabéis que el tiempo pasaba, yo estaba durmiendo muy tranquilamente  pero no llegaba a corregir aquel error. Mientras que transcurría el año, con la ayuda de numerosos otros devotos bhakta aquel error se evaporó. ¡Desapareció como un fantasma, como humo! Y cuando volví a encontrar de nuevo al fulano tan glorioso que me había echado una maldición, le dije: “¡Te agradezco por tu maldición! Tú eres bramin y la maldición de un bramin tiene su efecto. Aquel error se ha ido gracias a tu maldición. Y si la maldición de un bramin resulta tan eficaz y fuerte, te pido un favor: ¿me darás tu bendición? ”

Conque cuando echéis una maldición – por supuesto la maldición no es una buena práctica  y por esto cuando estéis andando por las calles de Sofía, no hay que echar maldiciones a vuestro derredor – por lo tanto cuando haga falta echarle a alguien una maldición, echadle la maldición a que llegue a ser y  a que permanezca  puro devoto dedicado. Una maldición semejante pronto se transformará  en bendición. Esto no es una broma. Cuando hace un año había oído aquella maldición pensé: “¡Vaya la maldición! Es algo extraordinario, jamás en mi vida he oído  algo semejante – alguien te echa directamente una maldición por el teléfono.” Antes me había ocurrido tener el sentimiento que  alguien me estaba maldiciendo pero ahora la maldición era evidente y directa. Naturalmente entre tanto he podido darme cuenta que se trataba de una bendición disfrazada. ¡Sin embargo en aquel entonces no veía de ningún modo la solución! Era situación sin salida. ¿Habéis estado en una situación sin salida, sin solución? A veces ocurre. Por lo tanto, puesto que aquella maldición se transformó en bendición, me sentía muy feliz.  A veces las bendiciones acuden disfrazadas. Otras veces acude disfrazada la maldición. Debéis estar satisfechos con lo que os ofrezca un  vaishnava. En esto reside la fuerza de un vaishnava.

Podéis adquirir, podéis desarrollar vuestra fe en acuerdo con vuestra naturaleza. Debemos poner mucha atención en nuestra naturaleza. Entonces, hay que miraros en el espejo y  ya veréis de qué tipo es vuestra fe.

 



[1] separación



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