Sharanagati
Collected words from talks of Swami TirthaSeguimos leyendo la Chaitanya Charitamrita. Conque unos doscientos – trescientos devotos se acercaban a Jagannath Puri. Me recuerdo de nuestras melas. A pesar de que Hungría quede algo aislada del resto del mundo y no podamos acudir con centenas de devotos para ver a Mahaprabhu, aquí también los devotos son impacientes de venir y citarse con Dios y Sus servidores.
“Shivananda Sena se ocupaba en cobrar tasas para los diferentes asientos. Manteniendo y cuidando a todos, guiaba a los devotos bhaktas con feliz alegría. ”[1] Ya lo veis de nuevo – los tiempos nunca cambian. Incluso hace 500 años se cobraban tasas – sea para cruzar ríos o para recorrer las grandes vías. Los tiempos no cambian. Por lo tanto allí estaba aquel “Shivananda Sena manteniendo y cuidando a todos y señalando a cada devoto su asiento y aposento. Conocía bien caminos y vías que iban a Orissa. Un día el grupo se vio detenido por un cobrador de tasas y a los devotos se dio permiso a pasar mientras que
Shivavanda Sena se quedó atrás solo para pagar las tasas. El grupo entró en una aldea y se quedó esperándole debajo de un árbol puesto que sólo Shivananda Sena podía encargarse de los aposentos. Entretanto Nityananda Prabhu sintió el gusanillo del hambre y estaba algo perturbado. Como no había obtenido todavía conveniente aposento, se puso a decir palabrotas a Shivananda Sena: “Shivananda Sena no ha designado aposento para Mí” – estaba clamando – “Y estoy tan hambriento que puedo morirme. ¡Por esto voy a maldecir condenando a sus tres hijos a morir!” Habiendo oído la maldición, la esposa de Shivananda Sena rompió en llantos. En ese momento Shivananda Sena volvió del puesto de cobros. Llorando y quejándose su esposa le dijo: El Dios Nityananda nos maldijo condenando a nuestros tres hijos a morir porque no Le has designado conveniente aposento. Shivananda Sena respondió: “¡Mujer sin sesos! ¿Por qué estás llorando? Deja a mis tres hijos a morirse por la inconveniencia que he causado a Nityananda Prabhu.” Luego de decir esto, Shivananda Sena fue a ver a Nityananda Prabhu, quien se puso de pie y le dio una patada.
Muy contento de la patada recibida, Shivananda Sena lo arregló todo muy rápidamente designando la casa del lechero como aposento del Dios. Entonces Shivananda Sena se echó a los pies de loto del Dios Nityananda Prabhu y Le llevó a Su aposento. Luego de haber designado aposento al Dios, Shivananda Sena, habló como debido.[2]
De lo que precede podemos observar cómo cada uno viene obrando en acuerdo con sus capacidades, ¿verdad? Nityananda Prabhu siendo muy poderoso, es una personalidad del tipo avadhuta. La doctrina de los vaishnava suele enseñarnos a ser humildes, ¿no es cierto? Por lo tanto, si llegáis a visitar un templo o si un grupo de devotos no se precipita en serviros inmediatamente prasadam, habitualmente no os pondréis a decir palabrotas o a maldecirlos condenando a sus familiares a morirse en el mismo momento o sitio. Sin embargo, si habéis invitado a un avadhuta, habrá que poner atención. Puesto que los avadhutas suelen comportarse de modo muy inhabitual. Más vale tener algún prasadam para apaciguarlos.
¿Qué significa ser un avadhuta? Avadhuta significa: la primera parte es una
“a” y significa akshara – Supremo; luego “va” significa varenyam – el mejor; lo de “dhu” significa dhuta –mensajero; y lo de “ta” significa éste. Entonces, avadhuta indica a una persona que sea la mejor, la más excelente entre todas las personas por el hecho de estar conectada con el Supremo y por haber rechazado todo lo que sea inferior. Y siempre que uno se entregue profundamente y por completo a esta conexión suprema, lo único recurso que tenéis será llevar un modo de vida muy intenso. Así que Nityananda Prabhu se comporta como es debido para un avadhuta – gritando, voceando, dando patadas. La esposa de Shivananda Sena también se comporta en acuerdo con sus capacidades – rompiendo en llantos. Las damas suelen reaccionar ante un evento con un “¡Ay!” Y esto es todo, también lo dicen cuando están manejando el coche. Es la reacción propia y natural para cualquier mujer. Y es algo bueno – cada cual debe obrar en acuerdo con sus capacidades. Después viene el esposo para expresar su devoción. “No hay problema, somos todos mortales pero debemos satisfacer a Dios.”. El mensaje es éste. Suena algo fuerte, estoy de acuerdo, pero es un mensaje fiable.
Es la famosa historia cuando Shivananda Sena recibió en su pecho la patada de Nityananda Prabhu como en un espiritualizado arte marcial. Y su reacción fue: „ ¡Soy un bendito!”
Veo vuestras sonrisas, estáis sonriendo, inspirados por este hermoso comportamiento de los vaishnavas. Pero imaginadlo – la próxima vez, durante la siguiente conferencia y discusión con los devotos viene alguien y os da patadas en el pecho. ¿Vuestra reacción?
“¡Oh, soy un bendito, prabhudji! ¡Hazlo de nuevo!” O cuando alguien diga: “Bueno, ¿por qué no te has conectado para prestar otros servicios más?”, os ponéis preocupados, os ponéis a correr por arriba y por abajo diciendo: “Oh, este fulano es intolerable, se siente tan engreído que me hace recordar que está a mi servicio que todo ello resulta ser una aparadh (una ofensa)!”
Siempre que sigáis leyendo estas historias aleccionadoras, no basta con solo estar leyendo, habrá que poneros a practicar. Pero no habrá que desempeñar la parte de Nityananda Prabhu. Siempre estamos listos a demostrar que somos muy avadhuta. No, por favor, habrá que proseguir la emulación en humildad, éste debe ser vuestro papel a desempeñar.
(Sigue continuación)
.
[1] Chaitanya Charitamrita, Antya lila, 12. 15
[2] Chaitanya Charitamrita, Antya lila, 12.16-26