Sharanagati
Collected words from talks of Swami TirthaSep
16
( Conferencia de B. K. Tirtha Maharj, el 27.02.2007, Sofía)
„ Unos observan el alma como algo asombroso, otros la describen como asombrosa, otros terceros oyen hablar de ella como de algo asombroso, mientras que algunos, incluso después de haber escuchado, no pueden llegar a entenderla. .” *
Podéis haber practicando ascetismo y austeridad a lo largo de vuestras vidas, pero sólo al rozar divinamente a un casto devoto dedicado llegaréis a daros cuenta cómo y de qué modo Krishna es el supremo. Este verso describe los distintos actos de los sentidos: como por ejemplo el escuchar, el mirar…
Uno ve el alma como algo asombroso, otro la mira como se mira algo asombroso, otro tercero había oído hablar que el alma es asombrosa, y un tal la considera asombrosa y así va la vida. Algunos no llegan a ver claro lo fascinante o lo cautivante que puede ser el alma, incluso después de haberlo oído. En efecto, estos son los métodos y los modos de comprender lo asombroso de un alma.
Veamos pues la observación. La introspección o la observación es un básico sendero espiritual. Es el camino que siguen los monjes. Se esconden en las altas e inaccesibles montañas, en la soledad, separados de la sociedad, llevando un distinto modo de vida – rezando y contemplando, dedicándose a observar el mundo. Uno puede aprender muchísimo dedicándose a mirar cómo viven los humanos, los problemas que están enfrentando y cómo corre la vida.
Después de haber sembrado en el suelo una semilla, y después de recoger un año más tarde la cosecha, llegaréis a comprender mucho. Comprenderéis que el sustento no viene ni se adquiere sólo con los propios esfuerzos. En actividades semejantes se reconoce con facilidad el contacto divino con Dios.
La observación significa también eliminación: eliminar lo no es el alma. La conciencia se observa, busca su propia esencia. Aspira a identificarse y en primer lugar trata de eliminar lo que no es: yo no soy el cuerpo, tampoco soy materia, ni siquiera soy mis pensamientos, soy algo situado más allá. Siendo suficientemente decididos y serios en nuestra búsqueda, llegaremos a descubrir lo que no es el alma. Tomemos como ejemplo el dolor. ¿Quién siente el dolor?
Hari Lila: La mente. En efecto el cerebro lo siente y experimenta todo.
Tirtha Maharaj: Entonces, ¿el dolor existe o no?
Hari Lila: Sólo en la mente.
Tirtha Maharaj: Es fácil afirmarlo cuando no sientes dolor, cuando no te duele algo. Pero en cuanto sientas dolor de muela, cambiarás pronto de opinión, ¿no? Entonces dirás: “¡О, es tan real, el dolor es demasiado real!” Y si en eso viene alguien para afirmar: “Que no, hombre, es sólo tu mente,” – enseguida lo botarás fuera.
Por lo tanto, es cierto: el dolor señala un desarreglo en el cuerpo que se refleja en la mente como sufrimiento. Pero a través de la mente la sensación de dolor se trasmite al alma que es el receptor en fin de cuentas.
La búsqueda de identidad es larga. “Yo no soy el cuerpo.” – está bien, es fácil de comprender. Sin embargo “No soy la mente” – es más difícil a admitir. De modo que observar y eliminar van juntos. Y si por medio de una búsqueda tan penetrante se puede llegar a una visión del alma, esto sí que será un estado de beatitud.
* „Bhagavad-gita” 2.29