Sharanagati

Collected words from talks of Swami Tirtha




Bueno, ya anochece. Es el momento  para el  mensaje espiritual de „Gita”. Vamos a leer algo del Capítulo Segundo que es un resumen de „Gita”. Del Capítulo Primero hemos aprendido que Arjuna está desanimado. Con este hecho rápidamente nos damos cuenta: “Este libro habla de mí. También me siento desanimado con la vida que estoy llevando. Del mismo modo que Arjona que quiere evitar el servicio, yo quisiera cambiar de oficio. El quería cambiar todo el orden de su vida, yo también estoy buscando cambios en mi  modo de vivir. Prabhu,  ¡me conformo  con shastra, siguiendo su ejemplo!” Con que si estamos decepcionados, ya nos conformamos siguiendo shastra, ¿verdad? Y esto nos  viene de Dios – de sentirnos más o menos desanimados, ¿no?

Por lo tanto en realidad las respuestas vienen de El. Así es que del Capítulo primero hemos aprendido que Arjona está confundido, no sabe cómo comportarse. Pero en el Capítulo Segundo vamos a comprender que es un dichoso ya que tiene buen consejero – el mismo Dios. Sintiéndose en callejón sin salida, se dirige a Govinda. Govinda es el aspecto especial del Dios supremo que nos está guiando con su flauta y no con el aguijón.

 “Sanjaya dijo:  „Al ver a Arjona, Когато видя Арджуна envuelto en compasión, con la mente deprimida, con ojos llenos de lágrimas , Madhusudana, Krishna, le habló con las palabras siguientes..”[1]

Es un momento que nos da pena – Arjona, el  luchador está llorando. Un Това  soldado no debe llorar, debe combatir. A veces el corazón, el alma pueden llorar, no hay problema. Hasta los soldados lloran a veces en su interior. Pero no hay que mostrarlo. El luchador debe ser valiente. Suave por dentro pero firme por fuera.

Por lo tanto Arjona no disimula su debilidad. Está listo a aceptarla y a confesar:

“Sí, estoy confundido. ¡Ayúdame!” Estos son los síntomas: estando confundido, podéis experimentar emociones semejantes de demasiada compasión, de mente deprimida, de ojos lacrimosos. Este es el modo de atraer la atención de Krishna. La verdad es que aquí es muy importante el nombre Madhusudana. Puesto que a veces Krishna pone fin a las actividades demoníacas matando a los demonios. Podemos decir asimismo que rechazar el deber y el resultado de semejantes  sentimientos compasivos resulta  inoportuno – es una especie de inoportuno impacto sobre la conciencia de la gente. Semejante impacto puede ser detenido por una autoridad divina. Al igual que Krishna llega a borrar del globo terráqueo  a todos los demonios, el modo demoníaco que podemos tener  en  pensar e idear,  simplemente desaparecerá con la  sola presencia de Krishna.

Esta plática tuvo lugar en Kurukshetra debajo de un árbol. Cuando visitéis estos sitios  y por ello no olvidéis a ir allí puesto que Kurukshtera es famoso lugar de peregrinaje desde épocas muy antiguas pero debe su fama sobre todo a causa de la guerra y de la plática entre Krishna y Arjuna. Tengo un amigo que una vez ha ido allí de peregrinaje. Como cualquier sitio santo tiene un fuerte impacto en razón no sólo de los eventos  históricos sino en razón de todas las plegarias y ofrendas acumuladas por los numerosos visitantes y peregrinos. Es un sitio único y exclusivo; hay allí un pequeño templo y numerosas campanillas alrededor; y en fin de cuentas el árbol debajo del que  Krishna había platicado con Arjona contándole todo esto.

Por supuesto allí vienen numerosos peregrinos y recitan versos de „Gita”. No es hermoso todo eso? Te vas a algún templo, a algún sitio santo y lees allí un capítulo de tu libro de la Escritura Santa. Del mismo modo él estaba leyendo un capítulo de su „Gita” en la sombra de un árbol. Como sabéis la gente suele considerar como texto superficial el libro  „Gita” puesto que en dicho libro no se debate la adoración de Radha-Krishna; sólo se debaten ciertas  teorías  que afirman: el alma es eterna y que jamás muere ninguna persona, que existen Karma y sus consecuencias… ¡cosas superficiales por el estilo! Por lo tanto, mientras mi amigo estaba leyendo estos mensajes que tienen fama de poco profundos, ¿qué es lo que le sucedió? Una hoja se desprendió del árbol y suavemente cayó sobre su „Gita”. Bueno, ya diréis: “Hacía viento. Fue casualidad. Son cosas que ocurren casualmente.”  Sin embargo si la forma de la hoja era habitual, ¡el color no lo era! Era de color negro y blanco. La mitad de la hoja era oscura y la otra mitad era clara. No importa pues que cierta gente afirme: “El texto del   “Gita” es superficial.” Allá ellos. No hay que hacerles caso. Simplemente tenéis que ir a Kurukshetra, tenéis que leer un capítulo y entonces esperad la llegada de Radha y Krishna.

En realidad, Arjona se desanimó cuando su deber había llegado a ser demasiado difícil a cumplir. Cuando se le imponía sacrificar algunos de sus ideales en aras de una verdad superior. El precio era tan alto que él no estaba dispuesto a pagarlo. ¿No es algo muy propio a los humanos? Alcanzamos ciertos momentos en los que nuestro  deber  llega a ser tan exigente que deberíamos sacrificarnos. Incluso cuando   lleguéis a tomar decisiones como ésas: “¡Que no! ¡Voy a escaparme! ¡No voy a hacerlo!” pues entonces quedaos un rato más y tratad de escuchar el consejo divino. Si seguimos actuar confiando sólo a nuestras propias fuerzas y en acuerdo con nuestra propia idiosincrasia, nos quedaremos bajo el impacto de la restricción. Sin embargo al abrir bien ojos y orejas – en consecuencia de una adversidad que supera nuestras fuerzas, de una prueba difícil y, ¿porqué no?,  en consecuencia de unos ratos de felicidad, puesto que cualquier vivencia podrá ayudarnos – ya podremos darnos cuenta de la esencia divina.

En ello debemos  escuchar los consejos de la autoridad divina. Y siguiendo precisamente  el ejemplo de Arjuna  que había acudido con todas sus dudas ante Krishna, no hay que molestaros y acudid con lo que tuvierais a disposición.   Krisha a su vez, viendo la confusión de Arjona, también sintió compasión hacia su sempiterno compañero y socio. En caso de infortunio o desgracia, simplemente buscad Su auxilio y consejo.Y comenzarán instrucciones aleccionadoras. Al igual que cuando Krishna se puso a aleccionar a Arjuna. Arjuna le estaba diciendo: “Soy Tu dedicado servidor. No sé qué será bueno para mí, dime cómo debo actuar en esta situación tan difícil. Shishyasteham –  Soy discípulo Tuyo.Шишястехам – soy discípulo Tuyo.”

En un abrir y cerrar de ojos cambiará la actitud. Hasta entonces Krishna era cariñoso y estaba diciendo: “О, mi amado Arjona, no es tan difícil hacerlo.” Sin embargo ahora en el momento  cuando Arjona se restablece viniendo en si y dice: “¡Indícame el camino a seguir!”Ahora ya Krishna comienza sin tardar  a castigarlo. Por ejemplo El dice: “Te afliges por cosas que nunca  deberían causar aflicción.” Krishna corta con rigidez el mentiroso egoísmo  de Arjuna. Ya diréis: „Y no vemos dónde y cómo corta – no se trata ni mas no menos de una observación bastante amable.” Por lo tanto si llegáis a traducir estas palabras ellas significarán: “Eres el primero de los tontos. Lloras por cosas que no merecen aflicción.” ¡Y eso no es más que el comienzo! Es el primer verso, la primera respuesta de Krishna. Yo no quisiera exagerar insistiendo en este momento. Es que cambia el tono y el humor. Krishna aplica variadas modalidades para ejercer su impacto sobre Arjona, para aleccionarlo y para realizar su objetivo. Al igual como quien usa   los  ya  emblemáticos incentivos la astilla y la zanahoria;  a veces El trata de lisonjear dando cosquillas al aplomo de Arjona, otras veces  lo atropella y corta su estado de ánimo sacudiéndole las pulgas como quien dice y lo deja aplastado. En fin de cuentas Krishna logra a realizar lo que se había propuesto. El deja a Arjuna en plena libertad de acción diciendo: “Te he revelado los secretos, ahora tú tienes que tomar decisión y escoger.”

Creo que entendéis: Krishna es Gran maestro internacional en ajedrez; pone en el juego todos los figurines y al final, cuando ya no hay salida, dice: “Ahora la jugada es tuya, tú decides.” Y Arjuna replica: “¡Sí! Acepto plenamente lo que acabas de decirme.” Por todo ello pienso a veces que Arjona es húngaro  de origen. Porque nosotros, al perderlo todo, solemos decir: “Sí, sí, esto exactamente tenía yo en vista.” Por lo menos es un húngaro respetable, ya que somos capaces de tirar ventajas de nuestros fallos. Con todo ello, de una u otra manera, debemos aprovechar lo que tenemos a disposición para  poder servir a Krishna,  y podemos acudir  a Krishna sin problema alguno.



[1] “Bhagavad-gita”  2.1



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