Sharanagati
Collected words from talks of Swami Tirtha(Continuación de la conferencia anterior)
Siempre se notan los momentos de enfado de los sadhus o de los rishis. Por lo tanto las historias no describen los años de paz. Será un cuento aburrido – ¿qué puede ocurrir mientras se esté meditando en una cueva? ¡Nada! Si alguien se atreve a turbar la meditación y con este motivo se te antoje echar alguna que otra maldición a tu alrededor – ¡vaya la historia! ¡Por fin ocurre algo! Puesto que los sencillos ratos de lucidez y de paz interior – no llegarán a llenar las páginas amarillas.
Por desgracia, tenemos ya formada esta mentalidad fomentada por la prensa callejera y estamos buscando las noticias feas. Debemos pues poner mucha atención en nuestras lecturas y en lo que de ellas penetra en nuestra mentalidad. Por ejemplo, la “Mahabharata” consta de 100,000 versos o la “Shrimad Bhagavatam” cuenta con 18,000 versos. Digamos que en la “Bhagavatam” tan sólo diez versos hablarán de maldiciones. Los demás 15,000 versos hablarán de alabanzas, meditación y paz interior. Ya veis que no se trata de páginas amarillas, las malas noticias o las intrigas quedan reducidas al mínimo, mientras que las hermosas historias divinas forman la mayoría del relato. Sin embargo, cuando comiencen alabanzas y glorificaciones a veces pensaremos: “Ah, esto sí que es aburrido y abrumador”. “Eres tan grande, eres tan hermoso…” ¡Habrá que saltar en adelante buscando momentos en los que por lo menos ocurra algo!
A mi opinión Vyasadev y Valmiki Muni así como los demás grandes rishis seguramente han cursado clases en la mejor escuela de dramaturgia – ya saben cómo mantener despierta la atención. Sólo hace falta imaginarlo – los muni que se dan la bienvenida y se ponen a glorificarse mutuamente, abrazándose y desvaneciéndose en éxtasis. ¡Será tan aburrido! Uno se dice: “¿Acaso se han desvanecido otra vez? La vieja historia de siempre. ¡Quisiera leer algo nuevo! Los devotos bhakta se reúnen, cantan y comen juntos – ¿Y qué más da? ¡Dadme una historia interesante, un evento!”
Por esta razón los predicadores cuentan sus historias. Enseñadme por lo menos una sola persona que llegue a enfervorizarse con la lectura de la „Vedanta Sutra”. No existe tal persona en nuestro planeta. Con excepción de unos muy pocos. Krishna es un Dios muy sensato. Conoce nuestra naturaleza. Es suficientemente listo para penetrar en nuestras vidas inventando historias y cuentos, es un milagrero y llega a encantarnos, fascinando nuestra mente aturdida.
Pregunta de Lilavatar: Gurudev, ¿¿ qué nos dirá de las expectativas relacionadas a nosotros mismos?
Tirtha Maharaj: ¿Acaso tenéis algunas? Es un tema difícil. A veces las expectativas exageradas nos llevan a hipocresía. Tengo expectativas de llegar a ser más perfecto pero no lo soy. Durante largo, muy largo tiempo estamos desempeñando un papel. Este papel suele ser algo mejor que nuestra realidad actual. No está mal cuando vuestro ideal sea más elevado que la práctica, con tal que permanezcáis siendo sinceros y honestos. Habiendo planteado ciertos objetivos venideros implica afán de acercarse a un ideal superior. Por lo tanto, ponerse a desarrollar el hábito de disimular algo, de jugar con dos barajas, resultará muy insano desde el punto de vista espiritual. Dice Krishna en la “Gita” que: “Incluso los santos obran en acuerdo con su naturaleza y ¿por qué tendrán a renunciar de esta naturaleza suya?”[1] En este verso El acepta las limitaciones: “Tenéis vuestras límites, hay que comprender las limitaciones que se os impongan y obrar en consecuencia. ” En otro caso Él dice: “Cuando se te imponga a renunciar de algo pero sigues deseándolo con vehemencia, no serás más que un hipócrita”[2] ¡Es una expectativa muy elevada! Sin embargo, Él nos da la clave para enfrentarnos a nuestras propias expectativas afirmando: “Quisiera librarme de mis malos hábitos pero ellos permanecen.” ¿Cómo podríamos salvarnos del acondicionamiento? Él nos dice: “Adoptando el sabor superior”[3]. Habiendo adoptado el sabor superior podréis abandonar fácilmente del sabor inferior.
Siempre que vuestras expectativas comiencen a proporcionar este impropio modo hipócrita en las entrañas, tendréis que estar alerta. Por alguna razón nos asociamos con otra gente. Yo puedo estar convencido en mi propia santidad creyendo ser un gran santo pero los otros me dirán la verdad.
En el sentido positive estoy plenamente de acuerdo con las expectativas, llamándolas metas o programas en estas vida nuestra. Si no tenéis una lista de las cosas que quisierais hacer o realizar en esta vida, pues no realizaréis nada de nada. Debéis tener vuestro plan para el transcurso de vuestra propia vida – lo que debéis hacer en un nivel práctico, cómo expresar la fe, cómo servir a mi Dios. Será un plan privado, personal, un plan de purificación. Lo llamo plan de expectativas relacionadas a mi persona. “Quiero alcanzar esta meta.” Es algo muy positivo.
Debemos guardar por lo menos una expectativa relacionada a nosotros mismos – la de no tener expectativas relacionadas a otra gente. En Bhakti Yoga hay tan sólo una expectativa – nada de expectativas. Entonces nos ponemos a desarrollar un hábito: “Tengo mis expectativas relacionadas conmigo, tengo expectativas relacionadas con otra gente, tengo expectativas relacionadas a mi Dios. Él debe salvarme en acuerdo con mi propio gusto.” No. Debemos dejarle a Él la libertad de salvarnos del modo que a Él le parezca a Su gusto.
Pregunta de Kripadham: ¿Cómo llegaremos a descubrir nuestros límites? ¿Cómo llegar a alcanzarlos? ¿Cómo llega a ser sinceros con nosotros mismos?
Tirtha Maharaj: Ah, ¡es una buena pregunta! ¿Cómo llegar a descubrir nuestros límites?
Yamuna: Acercándonos a ellos.
Tirtha Maharaj: ¡Sí! Debéis acercaros al último límite. Érase una vez un sannyas, discípulo de Shrila Prabhupada. Y Prabhupad era muy exigente. Tenía tantas expectativas relacionadas con el servicio de aquel discípulo que el fulano rompió en llanto. A pesar de ser sannyasi, rompió en llanto diciendo: “Prabhupad, ¡es demasiado, no puedo más!”
Habrá que imaginar vuestra propia reacción en situación cuando vuestro maestro espiritual os asigne tantos servicios que rompéis en llanto. Por supuesto todo ello depende de vuestra propia capacidad. El maestro espiritual hubiera podido decir: “Hazme el favor de cantar los nombres santos.” Y vosotros enseguida ya rompéis en llanto: “О, ¡es demasiado!”
En definitiva el sadhu nos ayuda a comprender nuestros límites. Al igual que nuestra sinceridad interior. Siempre que estemos conectados con este guía interior, se tratará de una función divina y él nos enseñará a comprender nuestro nivel y nuestra posición.
Y una pequeña y humilde observación tal vez pueda ayudaros: siempre que los otros se pongan a glorificaros – no hay que creerlos. No hay que creer. No hay que pensar que todo ello esté relacionado con vosotros y que os concierne. Cualquier gloria que venga a nosotros, debemos ofrecerla en ofrenda, debemos pasarla a parampara[4] – entonces estaremos a salvo.
Kripadham: ¿Y cómo llegar a ser sinceros con nosotros mismos?
Tirtha Maharaj: “Sadhu-sanga sadhu-sanga sarva-shastra kaya lava-matra sadhu-sange sarva-siddhi haya – Habrá que asociarse con los santos, ya que un solo instante en su santa compañía podrá ayudaros a alcanzar la más plena perfección.”[5]
[1] Bhagavad Gita 3.33
[2] Bhagavad Gita 3.6
[3] Bhagavad Gita 2.59
[4] La línea de los maestros
[5] Chaitanya Charitamrita, Madhya, 22.54