Sharanagati

Hay un ejemplo muy oportuno, cuando Gopa Kumar vuelve a casa, volviendo a Dios. ¿Qué es lo que pasa entonces? Krishna y gopas realizan sus actividades diarias. Krishna está algo cansado. No ha podido dormir durante la noche. Sufría insomnio. Debido a ciertas razones. Ni los mejores sicólogos pueden comprender por qué razón un chico tan joven no puede dormir por la noche. Por las mañanas Él está algo aturdido. Y retrasa. Como ya lo sabéis, con los terneritos todo debe hacerse con tiempo. Por las mañanas tienen mucha hambre, quieren salir al campo y cuando estés retrasado, tienes que darte prisa, ¿no? ¿Os ha ocurrido ya retrasar para el trabajo? Entonces sí que debéis daros prisa. El tiempo nunca sobra. No hay tiempo para bañaros, ningunas mantras, tampoco hay tiempo para puja, para nada – sólo hay que darse prisa. Ni siquiera podéis desayunar – ¡el caso es serio! Faltar por la puja matutina sería algo normal; pero pasarse del desayuno -¡vaya, el caso realmente llega a ser muy serio! ¡Es que en realidad tenéis prisa!

Bueno, a veces Krishna retrasa. Se da prisa. Siendo un chico un chico muy obediente enseguida se pone a realizar sus deberes. Por lo tanto, tiene un padre muy cuidadoso. Y el padre cuidadoso dice: “Ah, mi querido chico, ¿a dónde vas corriendo? Krishna responde:

“Ah, tengo que llevar los terneritos y las vacas al pasto.” “Muy bien, haces muy bien, pero ¿has desayunado ya?” “No, no, no, ¡ya voy corriendo!” Entonces el padre dice: “¡Ven acá! Te voy a dar un tente en pie. .” Es un súper- desayuno. Es formal por supuesto pero con un extra de emociones.

Después echan a correr por los campos. Ya lo sabéis y comprendéis, todos estos cientos y miles de gopalitos se conocen bien unos con otros. Y de golpe aparece un desconocido. ¡Una nueva cara en Vrindavana! ¿Qué pasa? Todos los gopals están algo asombrados. ¡Y Krishna se siente inspirado! Entonces Él comienza a poner atención especial en el nuevo, en el recién llegado.

¿Cómo suelen desayunar los chicos cuando están en las afueras? Krishna suele sentarse en el medio y los demás Le rodean con caras vueltas hacia Él. De modo que hay cierta distancia. Sin embargo, cuando aparece el nuevo, el recién llegado, Krishna de repente corre hacia él. Y no sólo corre, sino se pone a abrazarlo. ¡Muy inhabitual! Además es un nuevo, un desconocido recién llegado.

Entonces un sentimiento muy natural de envidia y celosía nace en los corazones de todos los gopals. “Mi querido Krishna, estoy aquí desde hace cinco años ¡y no me abrazas! Viene éste y recién llegado, ¡Tú ya lo abrazas! ¿Qué es esto? ¿Acaso es bueno Tu comportamiento? ¿Qué amigo mío eres Tú? ” Krishna no sólo echa a correr para acoger al recién llegado, no sólo lo abraza, ¡además se pone a glorificarlo! ¡Tanta pena! “¡Que no me glorifique a mí, sino a otro cualquiera!” Él responde: “Ya sé cuántos problemas has llevado encima para llegar a Mí. Por fin has vuelto de un periplo tan largo. ¡Qué alegría de volver a verte! Sé que has sufrido muchas adversidades. ¡Bienvenido!”

En este caso no hay prostitución con los principios superiores.

Aquí debemos examinar una cuestión dolorosa. ¿Cuál es esta cuestión que tanto apena? ¿Acaso se trate de envidia en una persona como Goloka Vrindavana? ¿Cómo es posible? ¿Y hasta qué punto son verdaderas las emociones de los gopals, su celosía hacia el recién llegado? ¿Es real todo ello? En Vrindavana no hay lugar para emociones antagonistas. Si dichas emociones no se armonizan con las emociones internas de Krishna, no hay modo a que se manifiesten.

En realidad esta historia es testimonio y prueba del gusto especial de Krishna. A Él le gustan los nuevos, los recién llegados. ¡Ay de los anteriores! A Él le gustan los nuevos.

Por suerte, todos somos nuevos. Tenéis pues todas las oportunidades de recibir el abrazo y la atención del Supremo.