Sharanagati
Collected words from talks of Swami Tirtha“El primer año transcurrido después de que Śrī Caitanya Mahāprabhu se había ordenado aceptando renuncio de lo material, todos los devotos dedicados encabezados por Śrī Advaita Prabhu fueron a ver al Dios en Jagannātha Purī. Luego de haber participado en la ceremonia Ratha – yātrā en el sagrado sitio Jagannātha Purī, todos los bhakti devotos se quedaron allí a lo largo de cuatro meses gozando con la mayor alegría de la compañía de Śrī Caitanya Mahāprabhu y cumpliendo el debido kīrtana (cantos y danzas).”[1]
Bueno pues, en este caso los devotos bhakta dedicaban una mitad de su tiempo a comunicación directa con Śrī Caitanya Mahāprabhu. Podéis calcular sobre vuestra propia vida: cuántos años habéis pasado incurridos en equivocación, sirviendo a la ilusión o en máximo sirviendo a vosotros mismos y cuántos años habéis pasado en dedicación a Krishna. Al comenzar con tiempo la práctica devota, dentro de veinte años legaréis a alcanzar la situación de cincuenta a cincuenta, en el mejor caso. De tal modo, aunque fuere difícil alcanzar en la práctica lo de cincuenta a cincuenta, ¿qué decir a la plena devoción dedicada?
Sin embargo, poniéndome a estudiar las Escrituras y observando las prácticas diarias de los bramines, yo también llega a alcanzar algunas conclusiones interesantes. El día de los bramines comienza hacia las é de la madrugada con baños rituales, plegarias, meditación, ofrendas de yagyas y todo ello ocupa 5 – 6 horas diarias de la mañana. Con todo esto ya son las 8, ¿verdad? Entones se ponen a leer algún capítulo de shastras, con lo que pasa una hora, hora y media más. Luego toman el prasadam de la mañana – otra media hora más. Entonces, hacia las 10 van a trabajar. Por lo tanto, ya a las 11 se ponen a preparar los ritos del mediodía, de modo que les queda sólo una hora para trabajar. A mediodía se vuelven a realizar los ritos – durante varias horas; sigue el almuerzo y breve siesta. Y ya anochece. Se vuelven a canturrear plegarias y al fin se suele dedicar media hora a quehaceres domésticos después de las 9. Me puse a calcular: para el trabajo o el empleo y para ganar dinero – una hora, para quehaceres domésticos y obligaciones familiares – otra media hora. Una agenda diaria bastante dura. ¿Y cuáles son en efecto las actividades diarias? Apenas logramos dedicar una hora y media al servicio en aras de Krishna. Helas, los tiempos cambian.
Por supuesto, no hay que olvidar que la gente casada tenía antaño cuatro tipos básicos de ganarse la vida: como primero se solían recoger los granos de arroz caídos y esparcidos por el campo – según la primera orden para los grihasthas. La segunda prescribía recoger los granos de arroz caídos y esparcidos por los mercados. La tercera – beber sólo la espuma de la boca del ternero. Y la cuarta prescripción era de entregarse plenamente a la gracia de Krishna.
Así que si os dedicáis a estas faenas – recoger lo que se ha caído y esparcido por el mercado – no hay problema de hacerla en una hora, Pero si vais regularmente a trabajar, si tenéis oficina o vuestros propios negocios o guarderías de niños – entonces necesitaréis más tiempo.
De todos modos, no hay que satisfacerse con soluciones paliativas. No podemos medir la devota dedicación con dinero ni tampoco con el tiempo, pero sí podemos medirla con las emociones y con la disposición de dedicarnos. A pesar de todo ello las actividades nuestras reflejan nuestro mundo interior. Por esto debemos aspirar a plena dedicación y debemos tratar de acercarnos paso a paso a este ideal.
[1] ” Chaitanya Charitamrita, Madhya-lila,, 1.46-47