Sharanagati

Collected words from talks of Swami Tirtha




Para no molestar las mentes de los ignorantes adictos a fructíferos resultados  provenientes de obligaciones prescritas, un sabio no debe dejar de empujarlos a pararse en sus faenas. A lo mejor, prosiguiendo en el espíritu de la devoción, el sabio debe comprometerlos en la continuación de diferentes actividades tendiendo al paulatino  desarrollo de  la Krishna conciencia. ”[1]

En este verso se habla de los sabios  y de aquellos que escasean en sabiduría. .El verso de por sí es aleccionador y no debe molestar la mente  ni el modo de pensar de los que no sean sabios. Podemos deducir de ello que mientras aspiremos a cambiar el modo de pensar de alguna persona, esto significa que los que nos hace falta es sabiduría.

¿Quién es en efecto un auténtico sabio? ¿Quién es un santo?,  pues esperamos de un santo que sea también sabio. Podríamos afirmar que es un santo la persona en cuya compañía  los demás se aplican en comportarse como santos.  ¿Acaso un sabio puede  molestar de cualquier modo a los demás? A veces sí, cuando no estemos en el nivel de comportarnos correctamente. Sin embargo, teniendo suficientes paciencia y tolerancia, el sabio sabe  que el proceso es paulatino,  se realiza grado post grado y de este modo se ayuda a la otra persona de cambiar su modo de pensar –  ¡realizándolo  solo y de por sí mismo! Sea que no soy yo que llego a cambiar su modo de pensar sino que él/ella esté listo/ lista  a realizar el cambio. El sabio es generoso y magnánimo y no desea apropiarse de la fama que ha logrado a cambiar a otra persona  – el sabio concede la gloria a vosotros – vosotros estáis en la medida de cambiar.

¿Cuáles son las características del sabio? Podemos darnos cuenta de ello con el reflejo nuestro  en el espejo. ¿Cuáles son pues  los criterios de los que escasean en sabiduría? La persona a la que le hace falta la sabiduría se ve atraída por  los resultados y los frutos de sus faenas. Al fijarnos bien en nosotros mismos nos daremos cuenta desde cuánto tiempo nos sentimos atraídos por los resultados de nuestros actos. ¡Desde hace  mucho tiempo, desde hace muy largo tiempo!

A veces los devotos dedicados se ríen de las  sencillas aficiones y adicciones de los demás – de los que se sitúan ene. Llamado círculo  exterior: “О,  esta persona se siente atraída por el dinero, por las riquezas y es adicto al éxito.” O algo por el estilo. Pero si nos observamos adivinaremos que nosotros también nos sentimos atraídos por los resultados de nuestras actividades. ¿No es cierto? En efecto: practicáis devoción y  aspiráis  llegar a ser bhakti. ¡Es una adicción! O mejor dicho queréis ser espirituales para gozar de felicidad espiritual. Otra cosa: realizáis un rito de purificación para vuestra propia pureza. Y al no lograr a realizar la meta os sentís desilusionados. Todo ello indica que no sois sabios, porque los sabios están libres de adicciones. Esto significa: sois muy afectuosos y muy atentos pero sin abandonarse  a la adicción.

¡Debemos permanecer sabios! Abandonarnos a la estupidez, limitarnos por las molestias de la estrechez de miras, ¿y porqué? La conciencia divina abre horizontes. Es como si estuvierais  con ojos cerrados  y  alguien vendría con la antorcha del saber para quitar vuestra ceguera.

La verdadera sabiduría es la capacidad práctica que tenemos para amar. Todos debemos ser sabios en este sentido para poder practicar el amor divino purificado.

Se ha dicho: “No os molestéis con los que ya están adictos. Por lo tanto sed buenos entrenadores animadores. Un buen entrenador sabe que una chica cualquiera no puede recorrer los cien metros en diez segundos. Sin embargo el buen entrenador animador invierte la esperanza que llegará a  enseñar a la chica  y ella va a correr de todas sus fuerzas con lo mejor de sus posibilidades.  ¿Quién es el animador y quien es el atleta? Vosotros debéis llegar a ser vuestros propios entrenadores y animadores. Vosotros también debéis correr. Debéis hacerlo para llegar a ver vuestras propias capacidades: ¡yo también puedo recorrer los cien metros! Y no hay que esperar que otra gente sabia vendrá desde el exterior para espolearos – vosotros debéis animaros y hacerlo solos, sin ayuda exterior! “

¿Cuál  es la solución?  No hay que animar a la gente a menospreciar sus obligaciones  sino hay que ayudarle a cumplir con ellas de buena gana y con devoción. Siendo vuestros propios entrenadores animadores – animaos a cumplir con devoción el servicio. No hay que poner a vuestro maestro  en  la situación difícil de imponeros un servicio devoto.  Habitualmente el guru no es  el gendarme   que viene con el látigo para empujar a los bakhti y obligarlos a servir. Debemos sentir que nuestra devoción dedicada a Krishna es beneficia para nosotros.

Este verso demuestra que la actividad es medicamento y es terapia. Sed activos en vuestra devoción y dedicación, no molestéis a los demás pera dad el buen ejemplo. Las obras hablan mejor que las palabras. Al dedicarnos al servicio devoto tal como   Dios  y guru nos lo dan y   enseñan, la gente poco a poco se dará cuenta de lo que decimos. Y resumiendo en dos palabras, en una sola frase  esta conferencia: sed sabios.

 



[1] „ Bhagavad-gita”3.26



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