Sharanagati

Solemos admitir que conviene glorificar a los superiores.  He aquí cómo en su  incomparable canción“Shri Krishna Chaitanya Prabhu doya koro more” Narottam das Thakur está glorificando a sus hermanos espirituales. Eran tres buenos amigos  en acuerdo con el último párrafo de la canción: Shrinivas, Ramachandra  y  Narottam. Eran también tres grandes  predicadores. Y tenían entre sí lazos íntimos que Narottam das Thakur quien era el más famoso y con mayor influencia glorificaba por encima de todo y añoraba la compañía de sus hermanos espirituales Ramachandra y  Shrinivas.

Vemos el mismo lazo ejemplar en el caso de los hermanos espirituales Bhaktivedanta Swami Prabhupada. Al igual que el magnífico Krishnadas Babaji, hermano espiritual de Shridhara Maharaj. El cantaba los cantos escritos por Sheila Shridhara Maharaj en su práctica cotidiana.  .

Es este un buen ejemplo. No hay que reñir, pelearse ni envidiar. En vez de envidiarse unos a otros, ellos se glorificaban mutuamente y cantaban cantos. ¿Acaso tenéis también un corazón tan amplio? Digamos que uno de sus hermanos escribiera una hermosa canción glorificando a Krishna y al oírla la gente se pone a llorar desenfrenadamente – ¿qué es lo que sentís en vuestro corazón?

“Ah, no es gran cosa.” En efecto esto ocurre con frecuencia. Uno se dice: “Yo escribiría  mejor esta canción.”

Por lo tanto, para crear algo auténtico habrá que estremecer el océano de néctar de las emociones – sólo entonces aparecerán los tesoros. Debemos apreciar  el servicio prestado por los otros. Y es fácil hablar de esto en teoría. He aquí otro ejemplo: alguien está condecorando el altar con flores o cualquier otra cosa  y de repente venís y os ponéis a ajetrear y a ordenar todo de nuevo diciendo: “Que no, que no se hace así. ¡Hay que hacerlo como yo quiero!”

Apreciemos pues el servicio de los otros. Este es el camino que nos indican los grandes acharyas.

¡Felizmente a veces es posible ver buenos ejemplos!